Bangladés

Más de 100.000 personas piden la ejecución del islamista Molá durante una protesta récord

Unas 100.000 personas han salido este viernes a las calles de la capital de Bangladesh, Dacca, en el cuarto día consecutivo de protestas para pedir la ejecución de Abdul Kader Molá, subsecretario de la organización islamista más importante del país, Jamaat-e-Islami, y condenado a cadena perpetua por crímenes de guerra durante la guerra de independencia de Pakistán, en 1971.

Mollah, de 64 años de edad, fue declarado culpable de asesinato, violación y tortura por el Tribunal Internacional de Crímenes (TIC) el pasado martes, lo que causó la indignación de múltiples colectivos que exigían la ejecución de Molá y, por extensión, el fin de los enfrentamientos entre los partidos políticos que discuten la validez de la corte y obstaculizan sus funciones.

"Los criminales de guerra se merecen el castigo de la muerte. Ahora que la nueva generación está intentando conseguirlo, estoy con ello y espero que tengan éxito", declaró una de las asistentes, Sushmita Rahman. "Algunos crimenes jamás podrán ser perdonados", añadió. La indignación es aún mayor porque otro de los acusados, Abdul Kalam Azad, sí fue condenado a muerte por los mismos delitos.

Su organización repudió la sentencia y denunció que el juicio estaba distorsionado por motivos políticos.

Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, se concentraron hoy en la avenida Shahbag, o "la plaza Tahrir de Bangladesh", como la denominan en recuerdo al epicentro de las protestas de 2011 que acabaron con el presidente egipcio, Hosni Mubarak. La de hoy es la manifestación más mutitudinaria de las cuatro que han tenido lugar esta semana.

Los participantes denuncian que el tribunal está pervertido desde su creación hace dos años como un instrumento más en la larga lucha que libran desde hace más de dos décadas la primera ministra Sheij Hasina y su enemiga declarada, la ex primera ministra Begum Jaleda Zia, que ha declarado de "farsa"la actuación de la corte.

El TIC se creó en marzo de 2010 para investigar y juzgar los crímenes cometidos en la guerra de independencia, en la que nacionalistas bangladeshíes, apoyados por India, y las fuerzas paquistaníes se enfrentaron dejando un saldo de tres millones de muertos y 1.000 mujeres violadas.