Tensión diplomática
Máxima preocupación en China por la visita de la presidenta de Taiwán a EEUU
El ministro de Defensa taiwanés ha advertido al Ejército chino de que sus fuerzas armadas abrirán fuego si el Ejército chino ingresa dentro de las 12 millas náuticas de las costas de la isla
Con el fin de evitar que el malestar de China se traduzca en una respuesta militar agresiva, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, se reunirán en California, en lugar de en Taipei, a principios del próximo mes de abril.
McCarthy adelantó sus intenciones de visitar la capital taiwanesa, tal y como hizo su predecesora, Nancy Pelosi, en un viaje no exento de polémica en agosto del año pasado. La visita de la entonces presidenta de la Cámara Baja a Taiwán, la primera de dichas características de los últimos 25 años, se realizó sin el visto bueno de la Administración Biden al recibir la expresa recomendación del Pentágono de no hacerla, provocando la reacción de Pekín con posteriores ejercicios militares y el lanzamiento de misiles balísticos sobre la isla asiática.
El líder republicano manifestó su interés de visitar Taipéi con una delegación bipartidista del Congreso si se convertía en el presidente de la Cámara de Representantes, tal y como acabó sucediendo, tras las elecciones legislativas de noviembre de 2022. Pero ahora la inquietud por la seguridad de Taiwán, según han dado a conocer en calidad de anonimato funcionarios familiarizados con la situación, habría motivado a celebrar el encuentro de alto nivel en Estados Unidos.
Y es que las tensiones entre Washington y Pekín siguen en aumento, después de que un globo espía fuera derribado en territorio estadounidense en febrero, en la que China justificó como una maniobra de investigación científica, y recientemente se posicionara junto a Rusia en un acercamiento de posturas frente a la guerra de Ucrania que podría tener que ver con la posibilidad de abastecerles con material armamentístico.
En un cruce de posturas divididas por el riesgo de reunirse en Taipéi, los defensores de producirse la visita oficial en Taiwán argumentan que la máxima institución legislativa de Estados Unidos debe mostrar su apoyo a la isla asiática ante las crecientes agresiones chinas. Argumento que contrasta con aquellos otros que se posicionan en contra del viaje a la capital taiwanesa, alegando que este tipo de encuentros ni ayudan a Taiwán ni dejan indiferente a China, que por el contrario puede reaccionar en contra con graves represalias.
“China no puede decirme dónde y cuándo puedo ir”, reclamó Kevin McCarthy este martes a los periodistas que le preguntaron sobre la reunión. “Eso no tiene nada que ver con mi viaje, si fuera a Taiwán”, explicó al defender su próximo encuentro con la presidenta taiwanesa en el estado de California.
Pero al gigante asiático no le ha faltado tiempo para presentar una queja diplomática formal ante Estados Unidos sobre el próximo encuentro entre McCarthy y Tsai Ing-wen, tal y como confirmó este miércoles Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China al manifestar que su nación está “gravemente preocupada” ante la simbólica reunión.
Poco después de esas declaraciones, el ex embajador de China en Estados Unidos, Qin Gang, recientemente nombrado ministro de Relaciones Exteriores de China, sorprendió con su cambio de tono al advertir que “el conflicto y la confrontación” son inevitables siempre y cuando Washington no cambie de dinámica en cuanto a sus políticas, alertando a la vez de las “consecuencias catastróficas” en la que definió como una “apuesta temeraria” por el trato de Estados Unidos a China.
“Si Estados Unidos no pisa los frenos, sino que continúa acelerando por el camino equivocado, ninguna cantidad de barreras de protección podrá evitar el descarrilamiento”, añadió Qin desde Pekín en la Asamblea Popular Nacional.
El Gobierno taiwanés habría proporcionado también al equipo del presidente de la Cámara de Representantes estadounidense material “de inteligencia sobre lo que el Partido Comunista Chino ha estado haciendo recientemente, y el tipo de amenazas que plantea”, asegurando a McCarthy que China “no estaba en una buena situación”.
La agenda del viaje de Tsai a Estados Unidos incluye California, donde ha aceptado la invitación de volver a la Biblioteca Reagan (ya la visitó en 2018, pero esta vez ofrecerá un discurso) y también la ciudad de Nueva York, antes de visitar Guatemala y Belice.
“¿Por qué no aprovechamos la oportunidad de hacer escala (en Estados Unidos) para reunirnos?”, explicó un funcionario taiwanés que propuso el equipo de Tsai al conocer el interés de McCarthy por mantener un encuentro bilateral, pero ante las “razonables” preocupaciones en torno a la seguridad por la reacción de Pekín.
Si bien los funcionarios estadounidense han intentado minimizar las opciones a que se produzca un inminente ataque de China contra Taiwán, lo cierto es que la Administración Biden ha intensificado la planificación de contingencia con sus aliados ante ese posible escenario. Desde que tomó posesión del cargo, el presidente Joe Biden ha asegurando en un total de cuatro ocasiones que Estados Unidos intervendría para defender a Taiwán si China le lanzara un ataque no provocado.
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