Asia

Los "dos escenarios de pesadilla" para EEUU si China se queda con Taiwán

Un estudio del Pacific Forum revela cómo cambiará el equilibrio de poderes en Asia si Taipei cae a manos de Pekín, mientras un comité del Congreso de EEUU analiza cómo frenar el ascenso chino

Un soldado miembro del Ejército Popular de Liberación (China) observa a través de unos prismáticos durante unos ejercicios militares mientras se ve la fragata Lan Yang de Taiwán
Un soldado miembro del Ejército Popular de Liberación (China) observa a través de unos prismáticos durante unos ejercicios militares mientras se ve la fragata Lan Yang de TaiwánLin JianAgencia AP

El Congreso de Estados Unidos está celebrando estos días varias audiencias del comité especial sobre China, en el que militares y políticos republicanos y demócratas han puesto sobre la mesa los diferentes escenarios de la carrera tecnológica, militar y económica entre las dos grandes potencias del siglo XXI. La pregunta que todos se hacen en Washington es cómo frenar el ascenso chino y el estado de forma de Estados Unidos para mantener su hegemonía mundial en un momento delicado debido a las tensiones por el control de Taiwán, la reciente crisis de los globos espía de Pekín y, sobre todo, la guerra de Ucrania.

El ex asesor de Seguridad Nacional Herbert Raymond McMaster afirmó en una de las audiencias sobre China que los próximos dos años serán un momento especialmente "peligroso" y lanzó la idea de que las capacidades estadounidenses para disuadir una invasión de Taiwán no son las más adecuadas. Los participantes lamentaron el retraso en el envío de armas americanas a Taiwán y pusieron de relieve que tras la guerra en Ucrania resulta clave llevar las armas sobre el terreno antes de que comience cualquier conflicto. El republicano Mike Gallagher, jefe del panel, fue más rotundo al afirmar que "Estados Unidos se está quedando sin tiempo para confrontar a China sobre Taiwán".

Igualmente pesimista se muestra Ian Easton, un experto en asuntos sobre Taiwán que ha dirigido un informe de varios autores titulado "El mundo después de la caída de Taiwán", del Pacific Forum, en el que describe dos escenarios de "pesadilla” para Estados Unidos. El primero sostiene que Taiwán sucumbe ante una invasión del Ejército Popular de Liberación de China sin intervención armada de Estados Unidos mientras que el segundo escenario describe una Taiwán asaltada y ocupada por Pekín pese a la participación tardía de Estados Unidos y sus aliados regionales.

La invasión que plantea Easton comenzaría con el envío de drones chinos sobre la isla para eliminar los sistemas de radares. Después entrarían en acción submarinos para cortar los cables de fibra óptica que conectan la isla con Japón y Guam, donde se encuentran las fuerzas estadounidenses. En tercer lugar, habría una lluvia de misiles y drones de ataque sobre la capital para derrocar al gobierno. Tras hacerse con el control de los sistemas de armas avanzados estadounidenses en la isla, Pekín tomaría el control de las plantas de microchips de Taiwán.

EEUU pierde su flota del Pacífico

El segundo planteamiento es una derrota de Taiwán tras una guerra en la que un ejército chino bien adiestrado y equipado es capaz de someter a EEUU y sus aliados. Easton sugiere que Washington perdería el 50 por ciento de bajas de sus efectivos tras llegar a Taiwán y que la mayor parte de la Flota del Pacífico es hundida por el enemigo.

La caída de Taiwán sería el último clavo en el ataúd de EEUU como potencia hegemónica de las últimas décadas. Según Easton, no solo significaría "la destrucción de Taiwán como país libre e independiente”; también socavaría la percepción de Estados Unidos como líder mundial mientras que “China sería vista como la nación más poderosa del mundo y el motor principal del siglo XXI”. "Sería un evento traumático y catastrófico en la historia de la política exterior estadounidense”, escribe Easton.

El citado informe del Pacific Forum también evalúa el impacto en otros países de la región ante un posible traspaso de Taiwán a manos chinas. Tokio comenzaría a dudar de la capacidad de EEUU para defender el territorio nipón, donde el Pentágono tiene miles de soldados en bases militares, lo que pondría a Japón como el siguiente objetivo del "expansionismo" chino. Desde la óptica surcoreana, Duyeon Kim escribe que el futurible de una Taiwán sometida a China podría suponer una Corea del Norte "más agresiva y envalentonada".

Otros expertos descartan este tipo de escenarios. Ely Ratner, subsecretario de EEUU para la región del Indo-Pacífico, afirmó en un acto del Instituto Hudson que China no intentará invadir Taiwán antes del final de la década por el alto coste que esa operación tendría. “La disuasión es real; la disuasión es fuerte”, comentó Ratner, quien cree que Washington aún puede convencer a Pekín para que desista de una posible invasión. El subsecretario de Defensa para Políticas, Colin Kahl, dijo hace unos días ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara que no cree que China intente invadir Taiwán antes de 2027.

Las dudas sobre las capacidades de EEUU

Todas estas explicaciones de analistas y militares ponen de relieve las dudas que existen en el país sobre las capacidades reales para frenar a China si finalmente decide tomar el control de la isla por la fuerza, una opción ampliamente defendida por el presidente Xi Jinping en los últimos tiempos en caso de un revés de la vía pacífica, la estrategia actual de Pekín basada en la diplomacia económica para atraer a Taipei. El consenso al que apuntan es que Estados Unidos y sus aliados deben tomar medidas rápidas y de calado para evitar ese escenario.

Varios analistas proponen construir un equivalente asiático a la OTAN con el fin de frenar el aventurerismo chino en la región. En los últimos años, Estados Unidos ha impulsado las alianzas geopolíticas en Asia con herramientas nuevas como Aukus (Australia, Reino Unido y EEUU) y otras más veteranas con Quad, un foro informal de seguridad entre Estados Unidos, Japón, Australia e India.

Dentro de EEUU son cada vez más fuertes las voces que piden prestar una mayor atención a lo que está pasando en Asia y reclaman más fondos federales para seguir engrasando la maquinaria bélica. El Congreso de EEUU reveló recientemente que el Pentágono carece de las reservas de misiles antibuque de largo alcance necesarias para atacar y destruir buques de guerra chinos en un posible escenario de guerra naval por Taiwán. Según las proyecciones del Departamento de Defensa de EEUU, los cazabombarderos estadounidenses necesitarían entre 1.000 y 1.200 misiles antibuque de largo alcance para que los pilotos se mantuvieran a una distancia relativamente segura de las defensas aéreas y "destruyeran a la marina china".