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Berlín

Merkel, abocada a la Gran Coalición tras el portazo de Los Verdes

La canciller alemana, Angela Merkel, saluda antes del inicio la reunión del Consejo de Ministros celebrada en la Cancillería larazon

Tras la segunda ronda de contactos entre cristianodemócratas (CDU/CSU) y verdes, estos últimos rompieron la pasada madrugada el diálogo con Angela Merkel. El portazo ecologista aboca a la canciller alemana a una Gran Coalición con los socialdemócratas del SPD, con los que se reúne de nuevo hoy. «Los Verdes no queremos negociar una coalición», aseguró una escueta Claudia Roth, copresidenta del partido ecopacifista, tras seis horas de conversaciones. Según Roth, «no podemos recomendar a la conferencia de nuestro partido la apertura de negociaciones» porque no vemos una «base sostenible». El secretario general de la CDU, Hermann Gröhe, en cambio, aseguró que su partido no había encontrado» obstáculos insuperables» con Los Verdes.

Las diferencias programáticas han acabado finalmente con las esperanzas de poner en marcha una inédita coalición negro-verde. Las buenas palabras de Merkel y otros dirigentes de la CDU tomándose en serio al partido ecologista como socio de Gobierno sólo han servido para aumentar la presión sobre los reticentes socialdemócratas.

No ha contribuido al buen entendimientro entre ambos partidos que el Gobierno alemán rechazara en Bruselas la propuesta de la Comisión Europea de reducir las emisiones de C02 de los nuevos vehículos, un día antes de revelarse que la familia Quandt, máxima accionista del gigante automovilístico BMW, donó 690.000 euros a la CDU después de las elecciones.

El «no» de Los Verdes a Merkel vuelve a poner la pelota en el tejado del SPD, que tendrá más poder a la hora de reclamar concesiones a la canciller, obligada a buscar un socio para gobernar tras la debacle del Partido Liberal (FDP), que por primera vez desde 1949 quedó fuera del Bundestag tras las elecciones del 22 de septiembre. Durante la maratoniana y tensa reunión del pasado lunes, las delegaciones de los dos grandes partidos alemanes sólo se pusieron de acuerdo en volver a verse las caras hoy. Así y todo, la secretaria general del SPD, Andrea Nahles, reconoció a la Prensa que «las cosas están más claras ahora que al principio». En cambio, la presidenta de la CDU dio otro jarro de agua fría a los socialdemócratas al reiterar ayer su oposición a la introducción de un salario mínimo interprofesional, la principal exigencia socialdemócrata. «Soy partidaria de que cada persona que trabaje a tiempo completo pueda vivir de su trabajo, pero aquellos que actualmente tienen que pedir ayuda social para completar sus ingresos laborales podrían convertirse en parados a causa de un salario mínimo generalizado», dijo Merkel en el congreso del sindicato químico y energético (BCE).