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México, ante su gran oportunidad

El Gobierno de Peña Nieto impulsa un gran cambio con las reformas energética y fiscal

Enrique Peña Nieto
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Poco tiempo ha tardado el presidente Enrique Peña Nieto en emprender la senda reformista en materia económica. El nuevo gobierno del PRI, que llegó al poder el pasado 1 de diciembre, quiere colocar a México en el grupo de cabeza de los países emergentes.

Poco tiempo ha tardado el presidente Enrique Peña Nieto en emprender la senda reformista en materia económica. El nuevo gobierno del PRI, que llegó al poder el pasado 1 de diciembre, quiere colocar a México en el grupo de cabeza de los países emergentes. En la pasada cumbre de Davos, el economista Joseph Stiglitz proclamó a los cuatro vientos que México es más competitivo que China. Hay cierto consenso entre los analistas en que el país se encuentra en un momento crucial para desarrollar su potencial de crecimiento a partir de cambios en estructurales en su economía.

El ministro de Hacienda, Luis Videgaray, anunció en la misma cumbre de Davos que si bien el crecimiento del país en 2013 "es bueno"comparado con el resto del mundo, precisó que resulta "insuficiente"para desarrollar todas las capacidades económicas. En este sentido, Videgaray prometió continuar con el proceso de integración de la economía mexicana al mundo y proseguir con las reformas emprendidas desde la llegada de Peña Nieto.

El objetivo es situar el crecimiento del PIB por encima del 4% (en 2012 fue del 3,9%). "Para generar un millón de empleos, México necesita un crecimiento del 7%", asegura a LA RAZÓN el profesor Jesús Valdés, académico del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana, en Ciudad de México.

El presidente Peña Nieto está buscando el apoyo para impulsar las dos reformas estructurales más importantes: la energética y la fiscal. El contexto político para intentar sacar adelante dichas reformas es favorable debido al pacto alcanzado por los tres principales partidos nada más inaugurarse la nueva legislatura. "Es para estar entusiasmados con México este año porque han hecho algo inédito", ha dicho el secretario general de la OCDE sobre el gran acuerdo político firmado.

Un estudio de Llorente&Cuenta asegura que el el empuje económico de México depende de la profundidad y alcance con que se efectúe la reforma fiscal. En una entrevista con LA RAZÓN el pasado mes de octubre, Peña Nieto decía que el objetivo es ampliar la base tributaria y reducir al máximo las exenciones y privilegios fiscales. Esta reforma debería, a su vez, desincentivar la informalidad en el empleo en un país que contaba con 29 millones de personas trabajando en la sombra hasta la aprobación de la reforma laboral al poco de llegar el PRI.

En cuanto a la reforma energética, se quiere abrir la poderosa petrolera estatal Pemex al capital privado -nacional y extranjero- para convertirla en una empresa altamente competitiva, pero sin renunciar a la propiedad del Estado sobre los hidrocarburos. Se pretende incrementar los niveles de inversión en exploración, explotación, refinación y petroquímica gracias a la gran reserva del Golfo de México, aprovechando la tecnología y la inversión de terceros. El ministro Videgaray ha señalado que esta nueva ley energética servirá de motor de inversión y desarrollo, además de garantizar el acceso equitativo a las telecomunicaciones.

"La estabilidad macroeconómica está asentando a México como país seguro para las inversiones directas", asegura el profesor Valdés, quien destaca que la inversión directa estimada para este año es de 250.000 millones de dólares. Valdés asegura que el sector externo se ha consolidado en 2012, que ha cerrado con un superávit comercial y una tasa de inflación por debajo del 4%.

México es un país muy abierto a los mercados internacionales pero especialmente dependiente de la "salud"de Estados Unidos. El 80% de sus exportaciones se dirigen al mercado del país vecino, y gran parte de ellas tienen su origen en la la industria automotriz, auténtica joya de la economía productiva del país, que se ha convertido en el cuarto exportador de vehículos del mundo.

La "cruzada contra el hambre"

Una de las grandes apuestas del presidente Enrique Peña Nieto es la Cruzada Nacional contra el Hambre, un programa social que pretende reducir la pobreza extrema en México. Según datos de la Secretaría de Desarrollo Social, México tiene 52 millones de pobres, de los cuales 11,7 padecen de pobreza extrema. Casi la mitad de una población de 112 millones de mexicanos vive con unos seis dólares al día, lo que hace del país un mercado con una alta concentración en los ingresos. "Hoy día México tiene empresas de altísima competitividad, de altos estándares de productividad y, sin embargo, no prevalecen en las condiciones económicas de la mayoría de los mexicanos", ha dicho el ministro de Economía, Luis Videgaray. Las autoridades del país consideran que para cambiar esta situación hay que acometer una reforma fiscal vinculada a una reforma de la actual Seguridad Social para convertirla en un sistema financiado progresiva y mayoritariamente por impuestos generales.