Guerra de Ucrania
Las milicias proucranianas mantienen posiciones en Rusia
El Ministerio de Defensa ruso asegura haber expulsado a los milicianos, pero los combates continúan por segundo día consecutivo
La Legión Libertad de Rusia, una de las milicias opositoras a Vladimir Putin que opera bajo las órdenes del alto mando militar de Ucrania, mantiene su incursión en territorio ruso tras el ataque sorpresa del lunes, que pilló desprevenidas a las fuerzas de seguridad de la región fronteriza de Bélgorod. El Kremlin todavía celebraba la conquista de Bajmut a manos del grupo de mercenarios Wagner cuando cruzaron la divisoria varias unidades de la Legión en compañía de decenas de milicianos del Cuerpo de Voluntarios de Rusia, otro grupo que se alzó en armas contra el Kremlin.
Más de 24 horas después de la incursión, el Ministerio de Defensa ruso asegura haber liquidado a 70 combatientes enemigos. También dice haber destruido cuatro vehículos de infantería y cinco camionetas. El portavoz Ígor Konashénkov ha declarado este martes que “las unidades invasoras fueron expulsadas de vuelta a territorio ucraniano”. Mientras tanto, el gobernador de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, anunciaba el levantamiento del régimen antiterrorista en vigor desde la tarde del lunes y denunciaba la muerte de una persona como resultado de los enfrentamientos.
Sin embargo, las milicias proucranianas desmienten la versión del Kremlin. Un portavoz de la Legión Libertad de Rusia, Aleksey Baranovsky, sostiene que el grupo ocupa a esta hora dos pueblos de la región de Bélgorod y controla una extensión de 20 kilómetros cuadrados en Rusia. Al tiempo que continúan los combates a más de 10 kilómetros de la frontera con Ucrania. El líder del grupo, Ilya Ponomarev, un antiguo diputado de la Duma en el exilio, garantiza que la operación sigue su curso en las localidades de Glotovo, Kozinka y Gora-Podol.
Según Ponomarev, los milicianos han capturado varios equipos rusos. Obrarían en su poder, de acuerdo con su versión, hasta cuatro vehículos blindados rusos de transporte de tropas BTR-82A. En la región de Briansk, también fronteriza con Ucrania, los milicianos atacaron una fábrica militar. Aunque el objetivo maximalista del grupo pasa por “liberar Rusia del yugo de Putin”, la incursión ha servido, al menos por el momento, para desviar la atención de los combates en suelo ucraniano y desestabilizar al Kremlin.
“Parece que el Kremlin está intentando restar importancia a este asunto. Podemos ver que la propaganda oficial rusa no ha ignorado por completo la incursión –presumiblemente para evitar enfurecer aún más a las partes del público ruso que apoyan firmemente la guerra–, pero intenta no llamar demasiado la atención sobre ella”, señala en conversación con LA RAZÓN el investigador del Centro de Análisis de Políticas Europeas (CEPA), Ivan Fomin.
“La incursión podría contribuir a una disminución de la popularidad de Putin entre los que apoyan firmemente su esfuerzo de guerra contra Ucrania", explica Fomin. “Aunque al mismo tiempo, es concebible que el Kremlin aproveche este acontecimiento en su beneficio. Podrían utilizarlo como justificación de la guerra, presentándola como una defensa legítima”. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ya ha utilizado esta baza.
Kyiv ha insistido en que no tiene “nada que ver” con la operación. El alto mando militar de Ucrania reconoció estar al corriente de los planes de las milicias, pero desmintió haberlas lanzado contra la frontera. El portavoz de la inteligencia militar ucraniana, Andriy Yusov, declaró el lunes en los micrófonos de la emisora pública Suspilne que los grupos armados anti-Putin habían puesto en marcha la ofensiva terrestre con el fin de crear una zona tapón para proteger a los civiles de los ataques rusos.
Para llevar a cabo la incursión, las milicias habrían utilizado vehículos militares de fabricación estadounidense. Cuentan con al menos dos vehículos blindados M1224 MaxxPro y varios Humvees, recoge el Financial Times. El Departamento de Estado de Estados Unidos insistió que el armamento militar prestado no debía utilizarse para atacar a Rusia, pero todavía no se ha pronunciado sobre este hecho. El fundador y líder del Cuerpo de Voluntarios de Rusia, Denis Nikitin, militante neonazi de un grupo compuesto en su mayoría por perfiles procedentes de la extrema derecha, evitó revelar cómo habían obtenido estos equipos.
“Nikitin es un nativo ruso que vivió durante algún tiempo en Alemania. Fue reconocido por la policía alemana como una figura muy influyente en la comunidad neonazi”, traslada a este periódico Fomin. “Si nos fijamos en el Cuerpo de Voluntarios, vemos que tiene un claro trasfondo ideológico radical de derechas. Promueve el etnonacionalismo ruso”.
“En cuanto a la Legión Libertad de Rusia, se dispone de muy poca información”, añade el analista, que duda incluso de la existencia del grupo: “Puede ser una invención de la inteligencia ucraniana. En caso de que exista, el radicalismo de derechas parece ser también un elemento destacado, si no definitorio, del mismo. Así lo sugiere la implicación de un líder conocido como ‘César’, vinculado a la organización nacionalista radical de derechas Legión Imperial a principios de la década de 2010”.
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