Alemania
Muere el exministro de Exteriores alemán Guido Westerwelle
El exministro de Exteriores alemán Guido Westerwelle falleció de leucemia, a los 54 años, tres años después de pasar a la retaguardia y tras haber liderado al Partido Liberal (FDP) en su fase de máximo auge.
El exministro de Exteriores alemán Guido Westerwelle falleció hoy de leucemia, a los 54 años, tres años después de pasar a la retaguardia y tras haber liderado al Partido Liberal (FDP) en su fase de máximo auge, pero también en su hundimiento como fuerza gubernamental.
"Luchamos, tuvimos nuestra meta al alcance de los ojos, estamos agradecidos por haber compartido este increíble tiempo juntos. El amor permanece", rezaba la nota incluida en la web de la fundación creada por el político, ilustrada con una "selfie"en alguna playa, junto su esposo, Michael Mronz.
A la noticia, difundida al mediodía, siguieron los mensajes de condolencia de todo el espectro político, incluida una Angela Merkel visiblemente emocionada, desde Bruselas, quien abría la conferencia de prensa tras la cumbre de la UE con un mensaje muy personal en recuerdo de quien fue, además de su aliado político, su amigo.
"Su muerte me ha conmovido profundamente", es "realmente difícil aceptar su muerte, con apenas 54 años", dijo la canciller alemana, quien definió a Westerwelle como un "hombre perceptivo y reflexivo, una persona leal y fiable", que "cumplía la palabra dada".
Westerwelle se convirtió en su ministro de Exteriores en su segunda legislatura, tras alzarse el FDP en las generales de 2009 con el 14,6 % de los votos, el más alto porcentaje jamás obtenido por un partido que marcó la pauta de la política exterior alemana y formó parte de 17 de los 23 Gobiernos federales del país.
Quedó atrás así su etapa de ambicioso y elocuente líder de la oposición, ocho años después de haberse colocado al frente del FDP apadrinado por el más "histórico"entre los titulares de Exteriores, Hans-Dietrich Genscher.
Su liderazgo en el partido quedó marcado por el denominado "proyecto 18", en alusión al porcentaje ambicionado en sus primeras elecciones como candidato -en 2002-, que entonces quedó en el 7,4 %.
De esa campaña quedó la imagen del "Guidomobil", el autocar amarillo con que recorrió el país en pos del 18 %, para acabar como líder opositor con Merkel al frente de su primera gran coalición.
A la siguiente elección logró su objetivo y se convirtió en vicecanciller de Merkel, a quien le unía ya antes una estrecha amistad, con episodios como el reconocimiento de facto de su homosexualidad, en 2004, al aparecer acompañado del empresario Mronz, entonces su novio, en la fiesta del 50 cumpleaños de Merkel.
De su paso por Exteriores quedó, en lo positivo, el reconocimiento como objetivo a mimar de Latinoamérica, tras décadas de práctica marginalidad de la región para la política exterior germana.
A escala interna fue una legislatura nada armoniosa, que arrancó maltrecha tras unas negociaciones enmarañadas por las exigencias del FDP, un teórico socio natural de la Unión Cristianodemócrata de Merkel demasiado ansioso de imprimir su huella al pacto de Gobierno.
El FDP pasó a ser visto como un socio incómodo, de lo que se responsabilizó a Westerwelle, quien tras fuertes presiones internas cedió el liderazgo del partido a Philippe Rössler para concentrarse mejor en su función de ministro.
En las generales de 2013, el FDP cayó por debajo del listón del 5 %, lo que le degradó a extraparlamentario a escala federal y dejó el reparto de escaños del Bundestag reducido a cuatro grupos: conservador, socialdemócrata, Verdes e Izquierda.
Seis meses después del revés político se le diagnosticó la leucemia que precipitó su retirada de la vida pública para someterse a un trasplante de médula espinal.
Siguió uno largo periodo de recuperación, del que apenas se filtraron algunas fotos asistiendo a actos deportivos junto a Mronz.
En noviembre reapareció para presentar un libro -"Zwischen zwei Leben. Von Liebe, Tod und Zuversicht", "Entre dos mundos. Amor, muerte y optimismo"- en que relataba el proceso desde que le fue diagnostica la enfermedad hasta lo que creyó su regreso a la vida.
Hace apenas unas semanas trascendió que había recaído y que se encontraba de nuevo en la clínica universitaria de Colonia, ciudad vecina a Bonn donde nació y donde se convirtió en abogado, la misma profesión que su padre.
Los mensajes de condolencia se extendieron, inmediatamente después de conocerse su muerte, por toda la elite política alemana, encabezada el presidente del país, el independiente Joachim Gauck.
Para su sucesor en Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, Westerwelle fue un "auténtico patriota", europeísta y un "representante de la nueva Alemania, abierta al mundo y tolerante".
Efe
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