Mueren un comandante de Hamás y sus dos hijos en un bombardeo de Israel en Líbano

Al menos tres personas, identificadas como un comandante del brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), las Brigadas Ezzeldín al Qassam, y sus dos hijos, han muerto este viernes en un bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra la región libanesa de Sidón.

El Ejército israelí ha afirmado en un comunicado que uno de los fallecidos es Hasán Farhat, al que identifica como un comandante del grupo islamista palestino en la zona occidental de Líbano y al que acusa de "promover numerosos planes terroristas contra las FDI y el Estado de Israel".

"Fue responsable del lanzamiento de cohetes contra Safed el 14 de febrero de 2024, que se saldó con la muerte del sargento Amar Sara Banjo y dejó varios soldados israelíes. El terrorista promovió también planes terroristas contra Israel durante los últimos meses y sus actividades eran una amenaza para el Estado de Israel y sus ciudadanos", ha sostenido.

Así, ha reiterado que "las FDI seguirán actuando contra los terroristas de Hamás allá donde operen", tras lo que las Brigadas Ezzeldín al Qassam han confirmado el fallecimiento de Farhat y sus dos hijos, Yinan Hasán Farhat y Hamza Hasán Farhat, del que ha dicho que también era miembro del grupo. El grupo ha indicado que todos ellos han muerto en un bombardeo contra la vivienda de Farhat en la ciudad y ha ensalzado su "contribuciones en el camino de la yihad, la resistencia y la confrontación del enemigo sionista", según ha recogido el diario palestino 'Filastin'.

En este sentido, ha recalcado que "la cobarde política de asesinatos contra hijos y combatientes dentro y fuera de Palestina no disuadirá a la resistencia a la hora de continuar el camino de la yihad", que seguirá activo "hasta el regreso (de los palestinos a sus tierras) y la liberación".

El bombardeo ha sido inmediatamente condenado por el primer ministro libanés, Nawaf Salam, quien ha subrayado que "el ataque contra Sidón o contra cualquier otra región libanesa supone un atentado flagrante contra la soberanía libanesa y una violación manifiesta de la resolución 1701 (del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas) y del acuerdo de seguridad para el cese de hostilidades".

Por ello, Salam ha recalcado "la necesidad de ejercer la máxima presión sobre Israel para obligarlo a detener sus actuales ataques en diversas zonas, especialmente las residenciales" y ha reiterado que "debe haber un cese completo de las operaciones militares", según un comunicado publicado por su oficina a través de su cuenta en la red social X. El ataque llega apenas dos días después de la muerte de cuatro personas por un bombardeo israelí contra un edificio en la capital libanesa, Beirut, tras lo que las FDI especificaron que entre ellos figuraba un "terrorista" que sería miembro del partido-milicia chií Hezbolá y la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán que servía de enlace con Hamás.

Tras ello, la coordinadora especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, criticó el bombardeo y sostuvo que "con el Gobierno libanés dando pasos positivos y los retornos graduales al norte de Israel, una mayor escalada es lo último que se necesita", ante un posible colapso total del acuerdo de alto el fuego alcanzado en noviembre de 2024.

Las partes llegaron a un acuerdo de alto el fuego por el que además tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus efectivos del sur de Líbano, si bien el Ejército israelí ha mantenido cinco puestos en territorio de su país vecino. Además, ha ejecutado diversos bombardeos argumentando que actúa contra actividades de Hezbolá y que, por ello, no viola el alto el fuego, si bien tanto Beirut como el grupo se han mostrado críticos con estas acciones.