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Ömer Önhon: «Beatriz Yubero tiene derecho a recurrir la deportación»

Ömer Önhon / Embajador de Turquía en España.. Muestra su indignación ante las críticas de Occidente por los arrestos masivos tras el golpe y pide un mayor apoyo a la UE

Ömer Önhon, embajador de Turquía en España.
Ömer Önhon, embajador de Turquía en España.larazon

El embajador de Turquía en España muestra su indignación ante las críticas de Occidente por los arrestos masivos tras el golpe y pide un mayor apoyo a la UE

No ha pasado ni un mes desde el fallido golpe de Estado en Turquía y las miles de purgas en el país ya han afectado a Beatriz Yubero, una ciudadana española y colaboradora de LA RAZÓN. El embajador turco en España, Ömer Önhon, niega que su deportación haya tenido que ver con su versión de la actualidad turca y asegura que el caso de Yubero no ha afectado a las relaciones con Madrid.

–¿Por qué se ha deportado a la española Beatriz Yubero?

–Yubero estaba realizando el doctorado en el Departamento de Periodismo de la Universidad de Ankara con una beca (Becas de Turquía) que le otorgó la República de Turquía en 2014. Residía allí con un visado de estudiante. Yubero no se encontraba en nuestro país como periodista. No disponía de una acreditación de periodista. Las disposiciones del reglamento de estudiantes extranjeros en Turquía no les ofrece la posibilidad a los estudiantes en mención a trabajar fuera de la institución académica en la que se encuentran inscritos. Yubero ha infringido las disposiciones del reglamento mencionado y el acuerdo de beca que había firmado. En la reunión de la «Comisión de Becas» del 12 de julio de 2016 se evaluó el caso de la persona citada y, por los motivos mencionados, se decidió anular la beca y el visado de estudiante. Esta decisión se comunicó y se ejecutó. Como se puede entender, no se trata de un caso de deportación de un periodista por artículos escritos tras el intento de golpe del 15 de julio.

–¿Tendrá oportunidad de volver a Turquía como ella desea?

–Yubero tiene derecho a recurrir a la citada decisión a través de un abogado.

–¿Afectará el caso de la deportación a las relaciones entre España y Turquía?

–Este caso no ha dañado las relaciones entre Turquía y España.

–En todos los aspectos del Estado y la sociedad turca se están produciendo purgas: en el Ejército, en la Educación e incluso en la Sanidad, se está despidiendo al personal, arrestando, deteniendo a periodistas. ¿Es verdad que todos son golpistas? ¿Todos están en contra de Erdogan?

–Existen pruebas, declaraciones, confesiones que indican que tienen una conexión con el movimiento de Fetulah Gülen. De hecho, ya se conocía que muchos de ellos formaban parte del «gülenismo», pero que debido a procedimientos no fue posible sacarlos del sistema durante mucho tiempo. Con la declaración de la ley de emergencia tras el golpe de Estado, la legislación permite tomar estas medidas. Se van a abrir procesos judiciales, por lo que si se comprueba que algunos no tenían lazos con el «gülenismo», podrán volver a sus puestos de trabajo. No están siendo detenidos por estar en contra de Erdogan o porque escriben en contra del presidente o son opositores políticos, sino por ser «gülenistas».

–¿Es cierto que el «gülenismo» es tan amplio y tiene tantos seguidores en el país?

–Sí, es enorme y lo peor es que sus ambiciones, intenciones y objetivos son secretos. Quieren estar en todos los ámbitos del Estado turco: política, educación, economía... Con dedicación no a sus puestos laborales sino al movimiento «gülenista». Quieren el control y por eso se han infiltrado en el Ministerio de Educación, en el del Interior, en el de Justicia, en las Fuerzas Armadas... En todas partes.

–¿Si se comprueba que estas personas forman parte del «gülenismo», serán condenados a la pena de muerte?

–No, porque no tenemos pena de muerte.

-Por ahora, pero ¿se podrá introducir en el Código Penal?

–Es muy difícil de predecir. Tenemos un trauma después del golpe. Por ello, la gente ha comenzado a demandar la pena de muerte. Y los políticos deben escuchar lo que dice el pueblo. Pero eso es una cosa y otra bien distinta es ponerla en práctica. Todos sabemos lo que significaría volver a instaurar la pena de muerte y todas sus implicaciones.

–Erdogan asegura que Occidente apoya a los golpistas, ¿esto implicará un cambio de la política exterior de Turquía?

–No. El presidente quiere dejar claro un principio: ningún país puede apoyar ni incluso permanecer neutral ante un golpe de Estado. La asonada es una acción en contra de la legitimidad constitucional, contra la democracia y contra el Gobierno elegido en las urnas. De hecho, lo que hizo el pueblo turco la noche del 15 al 16 de julio es prevenir esto. Se pusieron en frente de los tanques, de las balas... Fallecieron 265 personas, más de 2.000 resultaron heridas, pero al final defendieron la democracia y murieron por ella. Tras el golpe, muchos países emitieron comunicados de respaldo, pero por ejemplo, ningún mandatario ha venido a Turquía a mostrar su solidaridad. Además, tras el golpe, el interés no se generó sobre las víctimas, o que el Parlamento hubiera sido bombardeado, sino sobre la declaración del estado de emergencia y las detenciones. Nadie se acordaba del motivo por el que estaba ocurriendo. Es un poco decepcionante.

–¿Cambiará este hecho la relación de Turquía con la UE?

–Ser miembro de la UE es una estrategia para Turquía y seguimos trabajando en ello, a pesar de todas las dificultades que está sufriendo la UE. Bruselas y Ankara se necesitan, eso es un hecho. Tenemos un interés mutuo y nos apoyamos, pero debe hacerse de manera imparcial.

–Algunos países de la UE como Austria están pidiendo que se revise el acuerdo de los visados a los ciudadanos turcos. ¿Está en peligro el pacto migratorio que implicaba esta contrapartida?

–Teníamos un acuerdo con la UE que firmamos en 2013, llamado el acuerdo de readmisión. A cambio, se produciría la liberación de los visados a Turquía. En octubre de 2015 se firmó un tratado. Parte se refería a los refugiados y la otra, a las relaciones bilaterales. Turquía ha cumplido con su palabra, ya no salen miles de refugiados de nuestras costas hasta la UE. Este acuerdo funciona, pero Bruselas no cumple con su palabra. Acaba de darnos una mínima parte de financiación para los refugiados sirios, tras la presión y las críticas. La UE asimismo estableció un sistema de cuotas para cada país y tampoco lo están cumpliendo. Por último, ahora Bruselas dice que no permitirá la liberación de las visas a los turcos porque no hemos cumplido un punto de todos los de la hoja de ruta, porque no lo podemos tocar ahora, y es el del terrorismo. Ahora estamos luchando contra el terrorismo, pero la UE ha encontrado en esto una excusa. ¿Si no cumples con tu parte, cómo vamos a respetarla nosotros? Se está produciendo una enorme contradicción en el seno de la UE: firman un tratado y después ninguno lo cumple. No se puede consentir. La UE es el socio más importante de Turquía y nos necesitamos mutuamente.

–¿Debería Estados Unidos extraditar al clérigo Gülen?

–Sí, sin duda.

–¿Es posible que se consiga?

–No lo sé, pero debería. Realmente este hombre vive en EE UU desde finales de los 90 y nunca ha vuelto a Turquía, ¿por qué si no había ninguna prohibición? Le hemos dado documentación oficial a EE UU requiriendo su extradición, con todos los documentos legales al respecto. Él es el cerebro del intento de golpe de Estado, está en el centro de esta asonada y esto le convierte en un conspirador y un terrorista. Es un ciudadano turco, por lo que Washington debería devolver a este hombre a Turquía para ser juzgado. Él podrá defenderse, claro, pero tiene que ser extraditado.