Reino Unido
Plan «tory»: coronar a Johnson sin rival
Pesos pesados del Partido Conservador presionan para que el resto de candidatos abandonen «voluntariamente» la carrera hacia el liderazgo.
Pesos pesados del Partido Conservador presionan para que el resto de candidatos abandonen «voluntariamente» la carrera hacia el liderazgo.
El excéntrico Boris Johnson apuntaba ya maneras en la universidad, cuando se presentó en varias ocasiones, por diferentes partidos, hasta conseguir presidir la reputada Oxford Union Society. Siempre ha sido un hombre más de conveniencia que de convicción. Precisamente por conveniencia y no por convicción, se convirtió en el protagonista de la campaña euroescéptica. Por conveniencia y no por convicción, apoya ahora un Brexit duro.
En definitiva, está dispuesto a todo a fin de llegar a Downing Street. Por lo que no está muy claro el rumbo que tomaría el divorcio entre Reino Unido y la UE si el populista se convierte finalmente en sucesor de Theresa May, un escenario que cada día toma más realismo. El controvertido político ha arrasado en la primera criba de las primarias que estos días protagoniza el Partido Conservador para elegir un líder que, automáticamente, se convertirá en primer ministro. Johnson obtuvo un total de 114 apoyos de los 313 diputados «tories» que deben participar en votaciones internas para ir descartando candidatos hasta tener el próximo jueves el nombre de los dos finalistas que se presentarán ante los 160.000 afiliados. En la primera criba de esta semana, en segundo lugar quedó el actual ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, con 43 votos. Poco a poco éste último va tomando cada vez más peso gracias al respaldo de importantes figuras tanto del bando euroescéptico como el pro UE, hasta el punto de que consiguió superar al propio Michael Gove. El ministro de Medio Ambiente obtuvo 37 votos. Siempre ha tenido gran influencia sobre el sector euroescéptico, pero su polémica confesión de consumo de cocaína hace 20 años le está pasando factura.
Los dos finalistas que queden al final de la próxima semana deberán afrontar una dura campaña hasta finales de julio, cuando está previsto que las bases elijan al ganador. Sin embargo, según revela «The Telegraph», pesos pesados de la formación, entre ellos miembros del actual Gabinete, están presionando para que los rivales de Johnson se aparten voluntariamente de la carrera.
El plan sería presentar únicamente a los simpatizantes el nombre del político de melena albina para así transmitir una imagen de unidad entre las filas, que llevan inmersas en los últimos tres años en una intensa guerra civil, al no consensuar postura para el Brexit. Los que están detrás de este complot temen que, si durante todo un mes, los dos finalistas se enzarzan en un duro cruce de acusaciones para intentar conseguir el voto de los simpatizantes, la imagen de la formación –ya bastante dañada– pueda verse aún más debilitada.
Advierten además, que la batalla tan sólo daría munición al líder de la oposición laborista Jeremy Corbyn, ante unos eventuales comicios anticipados, una posibilidad que los analistas no descartan para antes de que finalice el año. Al fin y al cabo, poner un nuevo inquilino en Downing Street no va a cambiar la aritmética de la Cámara de los Comunes, donde los conservadores no cuentan con mayoría y sus señorías han rechazado ya hasta en tres ocasiones el Acuerdo de Retirada que May cerró el año pasado con Bruselas.
El mayor obstáculo al que se enfrenta el plan «coronar a Boris» es Brandon Lewis, presidente del partido. Éste quiere ejecutar todo el proceso para cumplir el deseo de las bases. No hay que olvidar que en la primarias de 2016, los simpatizantes no tuvieron la oportunidad de elegir entre dos candidatos. Tras la dimisión de David Cameron con el triunfo del Brexit, quedaron como finalistas May y Andrea Leadsom, pero Leadsom tiró la toalla en el último momento por una polémica entrevista donde daba a entender que ella podía ser mejor primera ministra por el hecho de ser madre. May, quien nunca había destacado por un carisma arrebatador, terminó mudándose al Número 10. Y la historia no acabó especialmente bien.
Lo cierto es que los rivales de Johnson ya han empezado a sacar artillería pesada. El que fuera ministro del Brexit, Dominic Raab, asegura que como estudiante de escuela pública e hijo de un refugiado, está en mejor posición para ganar unas elecciones generales que «alguien que es fácilmente caricaturizado como de la élite privilegiada». El ministro Hunt ha señalado al respecto: «¿Qué diría Churchill (al que Johnson admira) sobre un candidato que se esconde?». El equipo del excéntrico político le tiene prácticamente apartado de la escena pública para minimizar los riesgos de sus habituales salidas de tono. Johnson no participará en el debate televisado de Channel 4 de hoy. Tan sólo ha confirmado asistencia al del martes de la BBC, que se celebrará después de la segunda criba que hagan los diputados de entre los actuales seis candidatos que aún quedan.
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