La prensa, en el punto de mira del Ejército ruso

El primer periodista ucraniano en morir en la invasión rusa fue Igor Gudenko, fotógrafo de 56 años de Járkiv. Desapareció mientras documentaba el daño que las bombas y misiles rusos estaban infligiendo en su ciudad natal. Su cuerpo solo fue identificado meses después y la causa precisa de su muerte nunca se sabrá. Al menos 13 de sus colegas han fallecido desde entonces mientras intentaban asegurarse de que ninguna muerte ni ningún crimen cometido por la fuerza de invasión rusa pasara desapercibido o sin explicación. Algunos llegaron aquí desde el extranjero, para acercar la tragedia de la guerra a sus compatriotas. Otros eran ucranianos que sintieron que lo que mejor podían hacer era ayudar a conocer la verdad sobre la invasión rusa.

Asimismo, 36 periodistas han muerto en el campo de batalla, al haber cambiado sus portátiles y cámaras por fusiles, ya que la existencia misma de su país estaba amenazada. Otros nueve fueron víctimas de misiles rusos, bombas o torturas mientras intentaban sobrevivir en sus hogares.

Maks Levin, un famoso fotógrafo ucraniano que trabajaba con los principales medios de comunicación del mundo, desapareció el 13 de marzo de 2022 mientras documentaba las consecuencias de la agresión rusa cerca de Kyiv. Su cuerpo fue encontrado este 1 de abril, con dos impactos de bala. Una investigación de Reporteros sin Fronteras concluyó que fue capturado por soldados rusos, posiblemente torturado y luego ejecutado. La vida de Levin cambió para siempre después de que sobrevivió a la masacre de Ilovaisk en 2014. Varias unidades del Ejército ucraniano fueron rodeadas por tropas rusas que cruzaron repentinamente la frontera cercana. Hasta 366 soldados ucranianos fueron asesinados al pasar por un corredor de evacuación acordado. Levin sobrevivió milagrosamente y dedicó su vida a mostrar la verdad sobre la guerra entre Ucrania y Rusia. Fue muy prolífico en los primeros días de la invasión rusa, trabajando cerca de la capital en peligro. Dejó cuatro hijos.

Pierre Zakrzewski, de 55 años, cámara de Fox News, y una joven periodista ucraniana Oleksandra Kuvshinova, productora local de su equipo, murieron cuando su automóvil fue alcanzado por la artillería rusa cerca de Kyiv el 14 de marzo de 2022. Zakrzewski trabajó en Ucrania desde el comienzo de la invasión. Anteriormente, cubrió conflictos en Afganistán, Siria, Irak y Oriente Medio. Según Fox News, el año pasado Zakrzewski ayudó a evacuar a los trabajadores autónomos locales y sus familias de Afganistán tras la retirada de las tropas estadounidenses. Kuvshinova, de 24 años, era una «persona amable, alegre y muy talentosa», que «trabajó día y noche para asegurarse de que todo el mundo supiera lo que estaba pasando en su país», afirmaron sus colegas.

Oksana Baulina era una periodista rusa de 42 años que abandonó su país después de que trabajar allí se volviera peligroso para ella. La organización anticorrupción para la que trabajaba fue etiquetada como «extremista». Baulina escribió para el medio opositor ruso «The Insider», con sede en Letonia, desde Kyiv, que fue duramente atacada a principios de marzo. Condenó abiertamente la invasión rusa de Ucrania. Fue asesinada en la capital ucraniana el 23 de marzo de 2022, mientras filmaba las secuelas de un ataque anterior ruso, en el que murieron ocho personas. Una mina, lanzada por su compatriota, la mató en el acto. «Oksana era una periodista extremadamente talentosa, una de esas que trabajaban al límite tratando de hacer de Rusia un país civilizado», dijo su exeditora en un acto de conmemoración.

Bohdan Bitik, de 46 años, fue asesinado por un francotirador ruso en Jersón el 26 de abril de 2023. Con un cartel claramente visible de «Prensa» en su ropa, trabajaba cerca del puente destruido de Antonivsky, ayudando a un corresponsal italiano, Corrado Zunino. Una bala atravesó los pulmones de Bohdan e hirió a su colega. Bohdan hablaba cinco idiomas, incluido el chino, y era un hombre muy valiente, según sus amigos. Regresó a Ucrania poco antes de que comenzara la invasión desde Indonesia, donde vivió durante 21 años. Cuando fue a Leópolis como voluntario para recoger y transportar un automóvil para los soldados ucranianos en el frente, se encontró con corresponsales extranjeros que necesitaban asistentes locales. Trabajó con ellos en Jersón, Izium y Bajmut, pero su sexta misión resultó fatal.

Arman Soldin, periodista y cámara de 32 años, fue asesinado el martes por un misil ruso cerca de Bajmut mientras su equipo de la agencia de noticias francesa Afp cubría una de las batallas más acaloradas desde el final de la Segunda Guerra Mundial. La última información que cubrió fue sobre el centro médico donde se atendió a los soldados ucranianos heridos.

Soldin, nativo de Bosnia, escapó de la guerra en su país de origen cuando su familia se mudó a Francia. En Ucrania, informó desde Kyiv al comienzo de la invasión y luego se trasladó al este del país. Arman actuó como un imán para los animales asustados y abandonados que abundan en el frente. Solo unos días antes de su muerte, se filmó a Arman reviviendo a un erizo que encontró en las trincheras, mientras que las fotos con un gato sobre su hombro también se volvieron virales en Ucrania.

«Las circunstancias extremas sacan lo mejor y lo peor de la naturaleza humana. Pero en el mayor peligro de las líneas de batalla de Ucrania, la luz y la risa de Arman fueron elementos edificantes constantes», escribió su amigo, el periodista Caleb Larson para Tagesspiegel.