Tensión en Oriente Medio

El presidente sirio anuncia el fin de la violencia en el sur del país

Tras días de enfrentamientos con la minoría drusa, asegura que los combates han cesado

El presidente sirio, Ahmed al Sharaa, anunció este jueves el "éxito" de los esfuerzos para frenar el estallido de violencia en la provincia meridional de Al Sueida, cuya seguridad dejará en manos de facciones locales y líderes religiosos

"Los esfuerzos del Estado por restablecer la estabilidad y expulsar a las facciones proscritas han tenido éxito (...) Gracias a la eficaz intervención de la mediación estadounidense, árabe y turca, se salvó a la región de un destino incierto", sentenció el presidente en un discurso televisado.

En este sentido, explicó que han decidido dejar la seguridad de Al Sueida en manos de facciones locales y líderes religiosos, después de que la llegada de las fuerzas gubernamentales para hacerse cargo de esas tareas desatara el martes intensos choques entre estas y grupos de la zona.

En medio de todo ello, Israel decidió bombardear objetivos institucionales y militares del Estado sirio en favor de las facciones drusas de Al Sueida, lo que "complicó significativamente la situación y propició una escalada generalizada", tal y como reconoció Al Sharaa.

"Nos enfrentábamos a dos opciones: abrir una guerra con la entidad israelí a expensas de nuestro pueblo druso y de su seguridad, desestabilizar Siria y toda la región. O permitir a los sheijs drusos y eruditos que entraran en razón y dieran prioridad al interés nacional", explicó durante su intervención.

Llamado a la unidad

Tras el triunfo del diálogo, en sus primeras declaraciones desde el estallido de la violencia en el sur del país el pasado domingo, el mandatario sirio acusó al Estado judío de pretender arrastrarles a un conflicto y sembrar divisiones internas en Siria.

"No les daremos la oportunidad de involucrar a nuestra gente en una guerra que ellos quieren desatar en nuestra tierra, una guerra cuyo único objetivo es fragmentar nuestra patria y desviar nuestros esfuerzos hacia el caos y la destrucción", defendió Al Sharaa.

"Siria no es un campo para conspiraciones extranjeras ni tampoco un lugar para lograr ambiciones de otros a expensas de nuestros niños y mujeres", zanjó.

En este contexto, el presidente sirio aprovechó para recordar que la minoría drusa es una "parte integral" del país y expresó su rechazo a cualquier intento de fragmentación interna que tenga como objetivo acercar a esta comunidad religiosa hacia una "parte externa", en referencia a Israel.

El Estado judío, que administra los Altos del Golán sirios ocupados desde 1967, con miles de drusos entre su población, argumentó su intervención como una defensa de esa minoría y como un esfuerzo para impedir la presencia de las tropas sirias en Al Sueida, no muy lejos de la frontera común.

Al Sharaa también se comprometió a castigar a quienes cometieron abusos contra la comunidad drusa durante los enfrentamientos, después de que activistas locales y organizaciones denunciaran una serie de asesinatos extrajudiciales, entre otras violaciones, por parte de presuntos militares.

"Estamos decididos a exigir responsabilidades a quienes han transgredido y abusado de nuestro pueblo druso. Ellos están bajo la protección y responsabilidad del Estado, la ley y la justicia protegen los derechos de todos sin excepción", concluyó el dirigente.