Propaganda y putinismo

El éxito o el fracaso de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi pondrá de manifiesto si realmente Rusia y sus instituciones son capaces de organizar un evento de tal magnitud. De igual modo y a un nivel más político, esta cita representa una amenaza para la credibilidad del presidente Vladimir Putin y su afirmación de que Rusia es ya una superpotencia global. Si no consiguen llevar a cabo unos Juegos Olímpicos ausentes de problemas o incidentes será una señal evidente de que el Gobierno de Putin no es tan fuerte como afirma y que no está lo suficientemente capacitado para mantener bajo control los problemas internos de Moscú y, por lo tanto, que todavía no es una potencia sólida como para hacer jugadas globales de poder en el mapa político internacional.

Por otra parte, todo indica que tanto la Unión Europea como Estados Unidos están alerta y a la espera de ver el resultado de estos juegos para seguir o no adelante con los compromisos políticos abiertos en temas clave que parecen separarles de Moscú. Este aspecto proporciona una buena oportunidad al liderazgo de Putin para hacer las maniobras oportunas. Por ejemplo, para suavizar su postura sobre algunos temas y posiciones sobre derechos humanos. Sin embargo, está por ver si realmente el presidente ruso tiene algún interés en sacar partido a esta oportunidad y si así es, en qué temas estaría interesado para realizar las maniobras adecuadas. Otro aspecto a destacar es el coste y beneficios que repercutirán en Rusia el hecho de acoger este evento. Es una cuestión un tanto turbia ya que resulta complicado estimar el impacto de las aceleradas construcciones así como la propaganda, tanto interna como externa, en los políticos que lo han llevado a cabo. También habrá que valorar, una vez que concluyan los juegos, si la toma de decisiones sobre la asignación presupuestaria a una escala tan grande ha sido correcta, y, más aún, con la excusa de tener un plazo predeterminado para que todo esté listo independientemente de los costes.

*Profesor de la Escuela de Negocios Fuqua de la Universidad de Duke (DUFSB) en Carolina del Norte y asesor económico del Gobierno croata.