Accidente
¿Por qué viajaba el presidente de Irán en un viejo y peligroso helicóptero de la época del sha de Persia?
El Bell 212, de fabricación estadounidense, tenía casi 50 años y no estaba preparado para volar con niebla
La muerte el pasado domingo en accidente de helicóptero del presidente de la República Islámica de Irán, Ebrahim Raisi, y de su ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, sigue generando muchas preguntas. Una de ellas es por qué la segunda autoridad de país por detrás del líder supremo, Ali Jamenei, viajaba junto al resto de sus acompañantes en una aeronave que, según la definición de algunos expertos militares, puede ser considerada casi "chatarra militar".
Uno de los últimos en meter el dedo en la llaga, aunque sea en defensa propia, ha sido el portavoz del Departamento de Estado y de la diplomacia de Estados Unidos, Matthew Miller, que señaló que "el Gobierno iraní es el responsable de la decisión de volar un helicóptero de 45 años en lo que se describió como malas condiciones climáticas, no ningún otro actor". Teherán había culpado previamente a Washington de ser responsable indirecto de lo ocurrido por su política de sanciones internacionales sobre el país, que ha impedido "tener piezas de repuesto para el helicóptero".
"Cada país, sin importar quién sea, tiene la responsabilidad, la suya propia, de garantizar la seguridad y confiabilidad de sus equipos, lo que incluye la aviación civil", señala la Casa Blanca, que se pregunta públicamente cómo el Gobierno permitió que la segunda autoridad del país volara en semejantes condiciones.
El accidente, que se produjo a la vuelta de una visita oficial en la frontera con Azerbayán cuando uno de los tres helicópteros de la comitiva se estrelló en medio de una espesa niebla, plantea una serie de interrogantes.
¿Cómo era el helicóptero en el que viajaba Raisi?
El helicóptero era del modelo Bell 212, fabricado a partir de la década de los 60 y especialmente de los 70, en la misma época del sha de Persia, Mohammad Reza Pahlevi, que gobernó el país con mano de hierro hasta la revolución islámica de 1979. El sha era un gran aficionado a la aviación y hacía de forma habitual viajes pilotando él mismo. Entre sus prioridades estuvo la de crear una nutrida flota aérea de la que era usuario.
De fabricación estadounidense, el Bell 212 tiene usos civiles y militares, incluida la guerra de Vietnam, lo que da una idea de hasta qué punto es "vintage".
Sin embargo, el uso de este tipo de aeronaves genera varios problemas. Uno de ellos que se diseñó exclusivamente para volar con referencia visual, por lo que en situaciones de espesa niebla como la que había el domingo es cuando menos una temeridad.
Otro problema es que, de acuerdo con las informaciones que han ido saliendo, el modelo padecía un preocupante problema de suministro de piezas, lo que lo hacía vulnerable en caso de algún problema. Teherán culpa de esta circunstancia a las sanciones internacionales apadrinadas por Estados Unidos, que han asfixiado la industria de aviación iraní y ha dificultado enormemente la llegada de respuestos.
Para añadir más interrogantes, el presidente del país ni siquiera se desplazaba en su propia aeronave, sino que, al menos en esta ocasión, era operada por la Sociedad de la Media Luna Roja de la República Islámica de Irán.
En definitiva, un viaje en un helicóptero prestado, antiguo y que no estaba preparado para las condiciones de vuelo que ha acabado con la segunda autoridad de Irán y uno de sus máximos exponentes de la mano dura del régimen.
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