Cargando...

Rearme

Reino Unido y la UE ultiman un pacto de Defensa para cerrar las heridas del Brexit

El acuerdo, que depende de las concesiones que haga Londres en derechos de pesca, permitiría a empresas de armamento británicas optar al nuevo fondo de Bruselas

Keir Starmer, ayer martes junto al primer ministro de Nueva Zelanda durante una visita a una base militar en el este de Inglaterra ASSOCIATED PRESSAP

El premier Keir Starmer, que se comprometió a estrechar relaciones con la UE tras los polémicos años del Brexit, está ultimando un acuerdo con el bloque que permitirá a las empresas armamentísticas británicas optar al nuevo fondo de defensa de la UE, de 150. 000 millones de euros. El próximo 19 de mayo, ambas partes celebrarán una cumbre para revisar los términos del histórico divorcio ejecutado en 2020 y el objetivo del inquilino de Downing Street es reducir las barreras comerciales.

Eso sí, a cambio, el Reino Unido tendrá que hacer importantes concesiones en materia de derechos de pesca, una cuestión tremendamente polémica. Pese a que su contribución a las arcas es mínima, tan sólo representa el 0,12% del PIB, el sector pesquero tuvo una importancia política totémica para la causa euroescéptica durante las arduas negociaciones de divorcio, ya que recuperar el control de las aguas fue una de sus grandes promesas del anterior gobierno conservador.

El entonces premier Boris Johnson estuvo a punto de romper las conversaciones por los desacuerdos con Bruselas. El Gobierno británico reclamaba la «repatriación» de hasta el 80% de las capturas en sus aguas territoriales, mientras que la UE ofrecía de un 15% a un 18%. Finalmente, se negoció una transición de cinco años y medio para los pesqueros europeos y un recorte del 25% de sus capturas. Tras esa etapa, la UE y el Reino Unido tendrán que negociar año a año.

Pero ahora -tal y como avanza la prensa local- a cambio del pacto de seguridad y defensa, se espera que se garantice el acceso continuo de las flotas pesqueras de la UE a las aguas británicas, una demanda clave de estados miembros costeros como Francia y Dinamarca, que temen quedar excluidos cuando finalice el período de transición pesquera del Brexit en junio de 2026.

Un nuevo pacto de defensa con Bruselas es un pilar fundamental de la estrategia de política exterior de Starmer ante las medidas del presidente estadounidense Donald Trump para distanciarse de la seguridad del Viejo Continente. De ahí que el Reino Unido esté presionando para su inclusión en la Acción de Seguridad para Europa (Safe), un fondo conjunto utilizado por la UE para comprar munición, artillería, defensas aéreas, lanzacohetes y drones.

Empresas británicas como BAE Systems y Babcock fueron excluidas inicialmente, mientras que países como Noruega, Moldavia, Corea del Sur, Japón, Albania y Macedonia del Norte sí fueron aceptadas, ya que el Reino Unido no tenía firmado un pacto de defensa y seguridad con los Veintisiete tras su salida del club. Francia y otros países miembros insistieron en que el fondo se rigiera por el principio de «compra europea». El presidente Emmanuel Macron instó a los aliados a comprar sistemas de defensa anti misiles y aviones de combate franceses en lugar de armas estadounidenses. «A quienes compren el Patriot se les debería ofrecer el SAMP/T franco-italiano de nueva generación. A quienes compren el F-35 se les debería ofrecer el Rafale», declaró recientemente.

Sin embargo, en medio de la creciente cooperación entre Londres y París ante Ucrania, y teniendo en cuenta que la relación personal de Macron con Starmer nada tiene que ver con la tortuosa relación que el francés mantenía con Boris Johnson, el número 10 confía en que se firmará en los próximos días el pacto de defensa, lo que permitirá a las empresas británicas pujar por el fondo comunitario.

Eso sí, Francia insiste en que el pacto está vinculado a la disputa sobre las cuotas de eglefino, arenque y bacalao. Polonia y los países bálticos se han mostrado desconcertados por la determinación gala de obtener concesiones pesqueras en tiempos de guerra en Europa. Sin embargo, se entiende que los negociadores británicos han aceptado las exigencias de la UE de un acuerdo plurianual sobre la pesca.

El acuerdo actual, que vence en 2026, redujo la cuota que los pescadores europeos podían capturar en aguas británicas al 75% de su nivel pre Brexit. No obstante, una parte significativa de la cuota británica se había vendido a barcos de propiedad extranjera que navegan bajo bandera británica. En 2021, la BBC informó que 160 millones de libras de la cuota -el 55% de su valor anual en 2019- pertenecían a empresas con sede en Islandia, España y Países Bajos.

La Federación Nacional de Organizaciones de Pescadores (NFFO) ha descrito el acuerdo actual como una «relación neocolonial con la UE». Como parte del reajuste de la UE, Reino Unido está dispuesto a ofrecer un nuevo acuerdo plurianual a Bruselas -en lugar de negociaciones anuales como las que se realizan entre la UE y Noruega- y a congelar las cuotas de pesca, en lugar de reducir aún más el acceso europeo. El valor total de las exportaciones británicas de defensa en 2023 fue de 14. 500 millones de libras, en comparación con los 1.700 millones de libras de las ventas de pescado.