Rusia condena a 20 años de cárcel a un director de cine

Un tribunal ruso condenó ayer al director de cine ucraniano Oleg Sentsov a 20 años de cárcel por supuestos «ataques terroristas» en Crimea, la península del Mar Negro anexada por Moscú de Ucrania en abril de 2014. Sentsov que nació en Crimea se declaró inocente y denunció que el jucio fue un pulso político del Kremlin, en medio de alta tensión entre Rusia y Occidente sobre el papel de Moscú en la crisis en Ucrania. La Unión Europea dijo que el caso era una «violación del Derecho Internacional y las normas elementales de la justicia». El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un comunicado calificando la sentencia como un «algo claramente injusto». El tribunal militar en el suroeste de la ciudad rusa de Rostov-on-Don también condenó al activista Alexander Kolchenko, a 10 años de prisión. La fiscalía había solicitado penas de hasta 23 años de Sentsov y 12 para Kolchenko. Imágenes de televisión mostraron a los dos hombres encerrados en una jaula sala, riendo burlonamente como se pronunciaban sus sentencias. Ambos ponen sus brazos alrededor de los hombros del otro y se rompieron en una representación improvisada del himno nacional ucraniano. Sentsov entonces gritó: «¡Gloria a Ucrania!» Su abogado defensor, Svetlana Sidorkina, dijo que apelarían el fallo ante el Tribunal Supremo de Rusia y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, en un mensaje en su página de Facebook, declaró: «Llegará un momento en que los que organizaron este llamado juicio será los que se sentarán en el banquillo de los acusados».

Rusia anexó Crimea después de que las protestas en Kiev derrocaran al entonces presidente aliado del Kremlin Viktor Yanukovich. Una revuelta separatista apoyado por Rusia que luego estalló en el este de Ucrania en la que más de 6.500 personas han muerto hasta la fecha. Occidente como respuesta a la escalada de violencia por parte de Moscú ha impuesto sanciones a Rusia por sus acciones en Ucrania. Moscú niega las acusaciones occidentales de ayudas a las milicias separatistas mediante el envío de tropas que sirven para que la isurgencia continúe en el este del país.