Análisis

“La Rusia de Putin se ha convertido en una dictadura postotalitaria, él elige a sus propios rivales”

Igor Lukes, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston, analiza las claves de las elecciones presidenciales en Rusia en las que Putin aspira a la reelección

Vladimir Putin no ha dejado el poder en Rusia desde que relevó al enfermo presidente Boris Yeltsin el 31 de diciembre de 1999
El presidente ruso Vladimir Putin asiste a una ceremonia de ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido, cerca del KremlinMAXIM SHIPENKOVEPA

- En ausencia de adversarios reales, se espera una quinta reelección de Putin. ¿Conseguirá consolidar su legitimidad a pesar de los problemas suscitados por la ofensiva en Ucrania?

- No puedes “consolidar” lo que no tienes. La legitimidad de las primeras elecciones de Putin (en 2000) se vio empañada por misteriosas explosiones en apartamentos en las que murieron unas 300 personas inocentes y que sirvieron de pretexto para la (segunda) guerra contra Chechenia. Eso fue lo que le llevó a ser elegido en 2000. Todas las elecciones posteriores implicaron trampas a gran escala.

- ¿Podríamos decir que la “oposición oficial” en Rusia es una simulación democrática en la que el Kremlin busca restringir la competencia para garantizar la victoria de Putin en las elecciones?

- Sí, por supuesto, podríamos decir eso, siempre que no lo digamos en Rusia. (¡Es broma!) Ciertamente podríamos denominar estas elecciones como una aldea Potemkin, un proyecto de fantasía. La Rusia de Putin se ha convertido en una dictadura postotalitaria, él elige a sus propios rivales. En el pasado, Putin lo hizo en 2011 con Mikhail Prokhorov, quien resultó tener más éxito de lo que Putin esperaba, por lo que le dijeron que se fuera, y así lo hizo. Navalni se había negado a irse, por lo que lo asesinaron.

- ¿Cómo afectará el nuevo mandato de Putin a la guerra y a las relaciones de Rusia con Occidente?

- Occidente ya no está unido. Hungría y Eslovaquia, miembros de la UE y la OTAN, apoyan abiertamente a Putin. La República Checa pronto podría unirse a ellos. Los principales partidos políticos de Alemania, Francia y los Países Bajos hablan de “paz”, pero lo que quieren decir es rendición. Grandes y pequeñas empresas de Estados Unidos y la UE están ansiosas por regresar a Rusia para vender sus productos. Si Trump gana la Casa Blanca, todas las opciones están abiertas, literalmente.

- La viuda de Navalni convocó a una gran protesta contra Putin el día de las elecciones para demostrar que la oposición al Kremlin sigue viva. ¿Esta acción podría provocar cierta inestabilidad o alterar el resultado de las elecciones?

- Los rusos han demostrado en muchas ocasiones un gran coraje al resistir a los enemigos extranjeros. Sin embargo, no son tan buenos para defenderse de los tiranos nacionales. No tengo ninguna esperanza de que se produzca un cambio en Rusia como resultado de las protestas organizadas por una oposición interna.

- ¿Están preocupados los rusos por el aumento de los precios? Parece que muchos prefieren ignorar la guerra porque la economía es el principal problema.

- Los rusos son duros. No me refiero sólo a cómo derrotaron a Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Bajo el comunismo, soportaron la escasez diaria y miles de inconvenientes que habrían llevado a otros a rebelarse. Putin no tiene motivos para preocuparse por la economía. Sí, es malo, pero él dice que es bueno, y los medios lo repiten tantas veces que la nación lo cree. Lo único que asusta a Putin es una Alianza Transatlántica fuerte, unida, lúcida y decidida a ayudar a los ucranianos para ganar la guerra.

- ¿Qué futuro le espera a Rusia una vez que Putin se retire del mundo de la política?

- No creo que Putin se retire jamás de la política. Los tiranos que ya no ejercen el poder no sobreviven.