Entrevista

Serhii Pohoreltsev, embajador de Ucrania en España: «El único final es la derrota de Rusia y la recuperación de los territorios ocupados»

Al diplomático le gustaría decir que el final de la guerra está cerca, pero prefiere ser «realista» y hacer hincapié en la importancia del envío de armas. Espera para 2024 poner fin a la superioridad aérea de los rusos con la llegada de los F-16

El embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev
El embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev. David Jar David JarFotógrafos

Serhii Pohoreltsev (Kyiv, 1964) habla en un tono pausado, monocorde, que solo se agita cuando rememora la madrugada del 24 de febrero de 2022. Las tropas rusas irrumpieron entonces en la capital de Ucrania, su ciudad natal. Un golpe del que consiguieron reponerse contra todo pronóstico. Dos años después, el embajador ucraniano en España hace balance de daños desde su residencia oficial en Madrid, lejos de una línea del frente que monopoliza su actividad diplomática y condiciona la vida de los suyos.

¿Qué balance hace de los dos primeros años de guerra en Ucrania?

No estamos hablando de dos años de guerra, sino de diez. La guerra empezó en 2014, así que cumplimos una década de conflicto y dos años de invasión a gran escala. Nuestro logro, que algunos consideraron un milagro, fue repeler al enemigo, no dar a las tropas rusas la oportunidad de ocupar la capital en los primeros días. Muchos dieron por hecho que íbamos a ser totalmente ocupados, pero recuperamos gran parte de los territorios invadidos, más del 50%, en 2022. Hemos hecho retroceder a las tropas enemigas de la capital y de gran parte de Ucrania. Y eso, en realidad, fue un logro. Los efectivos de las Fuerzas Armadas de Ucrania tenían toda la motivación, y ya tienen mucha más experiencia, pero el enemigo es muy potente: las Fuerzas Armadas rusas tienen muchos recursos humanos. No les importa el número de bajas, que ya supera los 409.000 oficiales. Han perdido también más de 25 buques, 6.534 tanques, más de 12.000 vehículos blindados, 340 aviones, 325 helicópteros, y eso es lo que hemos conseguido en dos años de la guerra rusa a gran escala contra Ucrania.

¿Qué esperan en los próximos meses?

Me gustaría decir que vamos a poner fin a la guerra, que vamos a recuperar todos los territorios ocupados. Pero hay que ser realistas. Dependemos mucho de los suministros de armamento. Cuanto antes tengamos el material bélico que necesitamos, antes lanzaremos las operaciones contraofensivas. Es muy simple. Pero, por lo menos, este año tenemos que liberar el cielo, porque ahora las tropas rusas están dominando ahí. Por eso, nuestras Fuerzas Armadas demandan sistemas antiaéreos, artillería de larga distancia, municiones de 155 milímetros, tanques, [vehículos de reconocimiento] BRM, anunciados por la ministra [de Defensa, Margarita] Robles en Ramstein, proyectiles y misiles para sistemas antiaéreos, carros militares…Para 2024, esperamos deshacernos de los aviones rusos.

Recuerda que se cumplen diez años de la guerra con Rusia, también diez años de la revolución del Maidán. ¿Cómo ha cambiado Ucrania en esta década?

Nos unió la revolución, la guerra y la necesidad de recuperar nuestra identidad, nuestra soberanía y nuestros territorios. Mucha gente que hablaba ruso ahora está hablando ucraniano en señal de apoyo, para demostrar su identidad nacional. Pero todos, independientemente de su lengua, están defendiendo su patria de la agresión. Están a favor de hacerse miembro formal de la Unión Europeo y de la OTAN. Quieren ganar la guerra, vencer a Putin y compartir los valores europeos.

El embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev. David Jar
El embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev. David Jar David JarFotógrafos

La ayuda procedente de la Unión Europea y Estados Unidos se ha estado resistiendo en los últimos meses. ¿Cuánto tiempo puede aguantar Ucrania sin el apoyo de sus aliados?

Contamos ya con la ayuda financiera de 50.000 millones de euros de la Unión Europea, a ver si eso anima a Estados Unidos. Estoy prácticamente seguro de que vamos a conseguir desbloquear la llegada de esos más de 60.000 millones de dólares. Sí o sí. Pero el problema es el tiempo. Cada día de retraso se traduce en la muerte de civiles inocentes.

Países europeos como Dinamarca o Suecia han anunciado paquetes millonarios de ayudas. ¿La asistencia de Europa es insuficiente?

En una guerra las armas y municiones nunca sobran, al revés, siempre faltan. Europa durante décadas gozó de paz y tranquilidad. Esta época llegó a su fin. Las industrias de defensa europeas tienen que empezar a trabajar a todo vapor. La escasez de armas y municiones es notable como ha demostrado la situación con el abastecimiento del ejército ucraniano y su retirada de Avdíivka. Las recientes entrevistas de Putin dejan en evidencia que él no piensa parar y espera conseguir sus objetivos en una guerra de desgaste. La ayuda del Occidente en esta ecuación es el factor determinante.

El retraso en la llegada de las equipos militares también está lastrando los esfuerzos de guerra. El paradigma es la pérdida de Avdiivka, que ustedes atribuyen a la falta de munición.

La escasez de munición, especialmente de munición de larga distancia, influye en la realización de nuestras operaciones contraofensivas, y en nuestra situación en el frente en general. Tuvimos que retroceder en la parte de Avdiivka por cuestiones tácticas, porque es difícil de gestionar 1.200 kilómetros de línea de frente. Pero nosotros estamos produciendo [municiones]. Tenemos el apoyo de la Unión Europea, tenemos acuerdos bilaterales con los Estados en el marco de la declaración del grupo G7, que fue firmada en la cumbre de la OTAN en Vilna. España también firmó esta declaración. Y ya tres Estados han firmado con Ucrania acuerdos bilaterales de garantías para que nosotros tengamos la capacidad mínima para poder protegernos y no retroceder. Me gustaría que España entrara en estos acuerdos. La máxima garantía es la participación en la OTAN.

Donald Trump, favorito en la carrera republicana, dice que terminara con el conflicto en un día. ¿Está Ucrania dispuesta a declarar un alto el fuego unilateral con el visto bueno de la OTAN?

Putin busca un alto el fuego desesperadamente, ya que permitiría al Kremlin a ganar el tiempo necesario para reponer sus arsenales y preparar mejor las tropas para nueva ofensiva. Ucrania en su lucha contra el país invasor que violó los fundamentos en los que se basaban las relaciones internacionales y el orden internacional, encarna la valiente y empecinada defensa de la paz en Europa. De la victoria de Ucrania depende cuál será el nuevo orden global, uno basado en valores democráticos o uno que se regirá por la fuerza de las potencias dictatoriales, como es Rusia. Gane quien gane las presidenciales estadounidenses a finales de 2024, espero que los EE UU mantenga su coherente postura en cuanto al apoyo consistente a Ucrania. Tampoco creo que la OTAN sea interesada ver Rusia reforzarse para un nuevo ataque. Ante todo, necesitaremos definir sin paliativos ¿qué se considerará como el final de la guerra? ¿La derrota de Ucrania? ¿Cree que traerá paz? ¿Europa se sentirá más o menos segura en caso de la victoria de Rusia y con una Ucrania ocupada? ¿Y los países vecinos – Polonia, estados bálticos, Hungría, Rumanía, Moldova? ¿Piensa en serio que Rusia va a parar? ¿No le ocurre que una Rusia confiada y reforzada va a volcarse contra los países de Asia Central y Cáucaso? ¿Qué va a pasar con la gente de Ucrania? El canciller alemán cree que nueva ola de refugiados superaría a 10 millones de personas. Yo diría que es un pronóstico conservador. Nosotros recordamos lo que pasó en Bucha, Gostómel e Irpín. De ganar Rusia, supondría un ciclo vicioso ya que otros totalitarismos se sentirían animados a seguir su ejemplo. Por eso la única opción del final de la guerra es la derrota de Rusia, restablecimiento de la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente, incluida Crimea. Probablemente, tal escenario no pondrá fin a las ganas de Rusia de continuar su política revanchista y expansionista respecto a sus vecinos. Es por eso que Occidente, y me refiero en este caso específicamente a la OTAN, tiene que demostrar una voluntad política: extender las garantías de seguridad para Ucrania convirtiéndola en un miembro más de la Alianza.

El embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev. David Jar
El embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev. David Jar David JarFotógrafos

Zelenski ha realizado recientemente cambios en la cúpula militar, relevando al general Valeri Zaluzhni, comandante en jefe del Ejército. ¿Por qué?

En la guerra siempre hay cambios. Todo fue transparente, no hay quejas. El comandante en jefe Zaluzhni es un héroe para todos los ucranianos, una leyenda para todos nosotros, porque él y su cúpula consiguieron repeler al enemigo, acumular todos los esfuerzos y conseguir resultados en términos de hacer retroceder a las tropas rusas de Kyiv y de gran parte del territorio. Han conseguido muchas victorias, pero hay que hacer cambios en la estrategia y en la visión del conflicto para poder seguir avanzando. El nuevo comandante en jefe [Oleksandr] Sirski es una persona que tiene mucha experiencia. Estaba trabajando sobre el terreno junto a Zaluzhni. Y Zaluzhni tiene todo el respeto.

¿Cree que la sociedad ucraniana entendió el cambio?

Creo que sí, porque el nivel de apoyo al presidente Zelenski sigue siendo el mismo. Tiene todavía mucho crédito. Para todos nosotros, Zaluzhni es un héroe, pero hay ciertas estrategias que hay que cambiar o modificar.

Uno de los puntos en los que no se entendieron Zelenski y Zaluzhni tenía que ver, según la prensa ucraniana, con la propuesta de movilización que ahora mismo está debatiéndose en el Parlamento.

No creo. Claro que hay muchos rumores, mucha discusión sobre el tema de la movilización. Es un trabajo muy complicado. Hay muchos expertos, muchos grupos políticos. Hay oposición. Pero tenemos que hacerlo, no hay otra forma. Tenemos que cambiar o modificar la legislación. En algún momento habrá que tomar alguna decisión que no satisfaga a todo el mundo. Eso es imposible.

¿Cómo puede influir una eventual movilización a los refugiados ucranianos en otros países? ¿Serían convocados o llamados a filas?

Creo que no va a influir directamente. Pero es mi opinión personal. Me gustaría volver a este tema después de que se adopte la ley. Veremos entonces cuáles son las normas.

Hay muchos civiles que se han quedado atrapados en los territorios ocupados por Rusia. ¿Qué saben de su situación?

La situación es muy triste, muy complicada. Nos preocupa mucho el robo de niños de los territorios ocupados, porque hay muchos casos. Los llevan a Rusia o Bielorrusia. Tenemos que hacer todo lo posible para repatriarlos. Las cifras oficiales ascienden a los 20.000. A la gente que queda en los territorios ocupados le obligan a cambiar la nacionalidad, recibiendo pasaportes rusos. Muchísima gente no quiere hacerlo, pero les están obligando. No les ofrecen la posibilidad de existir en estos territorios con la identificación ucraniana. Si no tienes el pasaporte ruso, no tienes posibilidad de trabajar, ni de recibir atención médica, ni educación, ni de seguir operando como ciudadano, como persona física o jurídica. También hay torturas, en especial a los tártaros que viven en Crimea. Muchos están presos.

¿Qué contestaría a Putin cuando niega la existencia de la identidad y el pueblo ucraniano?

No tiene sentido analizar las ideas psicopáticas o discutir con sus portadores. Rusia, lamentablemente, no ha encontrado su identidad, porque rechaza su historia, no acepta la disolución de la Unión Soviética y sigue aferrándose a algo que ya no existe y no forma parte de la realidad.

¿Dónde finaliza en su opinión la frontera de Novoróssiya dibujada por el presidente ruso?

Esta idea es de la misma índole, psicopatía. Si no me falla la memoria, en 2016 durante la ceremonia de la entrega de los premios de la Sociedad de Geografía rusa Putin dijo, a pie de letra, que «las fronteras de Rusia no terminan en ninguna parte».

Putin obtendrá en marzo un quinto mandato en unas elecciones sin rival. ¿Temen una intensificación de la agresión a Ucrania una vez haya sido reelegido?

Las elecciones son un proceso democrático competitivo. Presentar ideas, debatir, convencer, persuadir, ganar apoyos. El cambio de poder es el pilar de la democracia. En Rusia no hubo cambio del poder desde 2000, varias generaciones rusas (Z y A para ser preciso) no conocen a otro jefe de estado que no sea Putin. No veo ninguna conexión directa entre esta reconfirmación de Putin en marzo y la intensidad de las ofensivas rusas. Es sólo cuestión de recursos y capacidades. Por eso la cuestión para todos nosotros tiene que ser otra: de qué manera prepararnos para no permitir a Rusia intensificar la agresión contra Ucrania, cómo ayudar al pueblo ucraniano a ganar la guerra, a reconstruir su economía y prosperar.

El embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev. David Jar
El embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev. David Jar David JarFotógrafos

¿Sigue estando descartada la posibilidad de sentarse en la mesa de negociación con Rusia?

Es imposible, no tiene sentido. Primero, porque no hay confianza del presidente Zelenski. Putin ya lleva en el poder 24 años. Está en su propio mundo, muy lejos de la realidad. Para nosotros, recuperar todos los territorios temporalmente ocupados es el punto clave. Con Putin nunca vamos a tener posibilidad de negociar. No vamos a cambiar la paz por nuestra soberanía, por nuestra integridad territorial. Si Putin quiere la paz, puede retirar sus tropas de nuestro territorio. Putin tiene que responder por lo que ha hecho.

¿Qué puede comentar sobre el asesinato del desertor ruso Maxim Kuzmínov en Alicante? Ingresó en España con pasaporte ucraniano.

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