Política

Adiós a Mandela

Triunfador por agotamiento

Fue detenido en 1956 acusado de traición, un delito castigado en aquellos momentos con la pena de muerte
Fue detenido en 1956 acusado de traición, un delito castigado en aquellos momentos con la pena de muertelarazon

Muchos han tenido a lo largo de la Historia grandes proyectos, utopías que creyeron más o menos realizables, pero pocos han conseguido tener la valentía y la paciencia para seguir en su empeño hasta conseguir parte de esos sueños. Nelson Mandela es una de esas personas.

Nació en 1918, en un pequeño poblado del Transkei (Suráfrica). La prematura muerte de su padre, cuando él tenía nueve años, hizo que pasara al cuidado de Jongintaba, regente de los Thembu. Esto cambió su vida, ya que Jongintaba lo envió a estudiar en los mejores lugares a los que podía asistir un hombre negro. A estas oportunidades debemos añadir su incansable voluntad de superación. Fue un gran estudiante (en dos años hizo lo que solía hacerse en tres). Su buen criterio para elegir a la gente le permitió crecer desde el punto de vista social y político. Durante su estancia en Fort Hare conoció a Nyathi Khongisa, un hombre que defendió la causa de los hombres negros frente a los abusos de los blancos. Nyathi pertenecía al Congreso Nacional Africano (CNA), y sus ideas fueron calando en Mandela. En estos años, empezó a vivir las primeras experiencias que le hablaban de su posición personal de subordinación hacia el hombre blanco.

En 1940, con 22 años, un nuevo suceso cambió su vida. Jongintaba había concertado su matrimonio, pero Mandela no quiso casarse y huyó a Johannesburgo, donde conoció la pobreza. Primero trabajó en la mina y posteriormente se trasladó a la ciudad de Alexandra, donde ejerció como pasante de un abogado.

Durante ese periodo entró en contacto con las personas que le harían llegar a ser lo que fue. Su primo Garlick Mbekeni le presentó a Walter Sisulu, miembro del CNA, conoció a Gaur Radebe, perteneciente al CNA y al Partido Comunista, y se hizo amigo de Nat Bregman, quien le iniciaría en la historia de las luchas sociales, le proporcionaría lecturas sobre marxismo y le llevaría a las reuniones del Partido.

En 1942 realizó el examen que le permitía trabajar como abogado. Para conseguir además la licenciatura en Derecho tuvo que matricularse en la Universidad de Witwatersrand. Allí encontró a un grupo de blancos defensores de la causa negra que le acompañarían durante muchos años. Entre ellos, Ismail Meer, y su esposa Fátima, cuyo domicilio era el «cuartel general para los jóvenes luchadores por la libertad».

Cuatro años después, el CNA estaba elaborando su Carta de Derechos Humanos, y a Mandela le pareció la plataforma indicada para trabajar por lo que creía. Se reclamaba la ciudadanía para todos los africanos, el derecho a comprar tierras y la derogación de la legislación discriminatoria. La casa de su ya amigo Walter Sisulu pasó a ser el lugar de debate donde se reunían con Oliver Tambo, Víctor Mbobo, Lendebe, P. Mba y Majombozi. Crearon la Liga de la Juventud para revitalizar al CNA. En 1947, Mandela fue elegido miembro del Comité Ejecutivo del CNA. En aquel momento, las organizaciones que luchaban por la no discriminación racial eran muchas. Incluso dentro del propio CNA había distintas tendencias. Fue entonces cuando Mandela desarrolló la habilidad de mantener conversaciones interminables, parecía que convencía al contrincante por agotamiento. El National Party había ganado las elecciones, encabezado por Daniel Malan, un partidario del nazismo y contrario al «peligro negro». La política se endureció, se inició el «apartheid», la segregación racial, se reprimió el movimiento sindical y se acabó con las pocas libertades de los africanos. Ante esta situación, la Liga y el CNA endurecieron sus posturas: aplicarían el boicot, la resistencia pasiva, la desobediencia civil y la no cooperación. En 1951, Mandela presidió la Liga, y un año más tarde se inició una Campaña de Desafío a las Leyes Injustas. En respuesta, el Gobierno de Malan amenazó con acabar con el CNA. Así, Mandela decidió organizar una fuerza que recurriera a la violencia. Así surgió Umkhoto we Sizve, los lanceros por la libertad.

Mandela vivía en Johannesburgo, bajo arresto domiciliario, pero aun así lograba acudir a reuniones. En 1956 la Policía irrumpió en su domicilio y fue detenido por traición, delito penado con la pena de muerte. El 29 de marzo de 1961, tras innumerables problemas, el juicio multitudinario finalizó sin que el tribunal pudiera demostrar la traición. Desde entonces pasó a la clandestinidad. Se mudó a Rivonia, un suburbio de la capital, donde nadie le conocía.

Con el fin de obtener apoyos en el extranjero, el CNA decidió enviar a Mandela a diversos países africanos e Inglaterra. Al cabo de dos años tuvo que regresar porque la escalada de violencia requería de su presencia. Al llegar a Durban, la Policía le capturó. El siguiente periodo de la vida de Mandela lo constituyeron los 27 años que pasó en prisión. Allí también luchó por la dignidad de los presos. Estudió y logró la convivencia entre presos que nunca estuvieron de acuerdo. Siempre rechazó salir de prisión si aceptaba marcharse a su tierra y no seguir en el CNA. Su sueño era conseguir la libertad legal en su país para todos los hombres y, una vez conseguido, construir la nación que el pueblo de Suráfrica quisiera. Obtuvo la libertad el 11 de febrero de 1990. Después ganó las elecciones que le permitieron hacer los cambios legislativos por los que tanto había luchado. La historia de Suráfrica no hubiera sido la misma sin su contribución.

*Autora de la biografía «Nelson Mandela»