Reino Unido

Escocia afronta una nueva era ante la crisis del independentismo

La oposición presenta dos mociones de censura contra

el Gobierno tras la salida de Los Verdes del Gobierno

Edinburgh (United Kingdom), 27/03/2023.- The new leader of the Scottish National Party and former Health Secretary Humza Yousaf speaks after he is announced at Murrayfield Stadium in Edinburgh, Scotland, Britain 27 March 2023. The result follows a five-week contest after the former leader and First Minister Nicola Sturgeon stood down. There will be a vote in Holyrood parliament on 28 March to select the next first minister. (Reino Unido, Estados Unidos, Edimburgo) EFE/EPA/ROBERT PERRY
Humza Yousaf, el ministro principal escocés y líder del SNPROBERT PERRYAgencia EFE

Nunca es buena señal cuando un político tiene que salir a decir que no va a dimitir. Este tipo de declaración de intenciones se anuncia cuando el liderazgo está más que cuestionado. Y en la gran mayoría de los casos, cuanto más se insiste en que no habrá renuncia, más se precipita la caída. Pasó con Boris Johnson y Liz Truss. Y todo apunta que ocurrirá ahora lo mismo con el dirigente independentista Humza Yousaf, responsable del Ejecutivo de Edimburgo, donde podrían adelantarse los comicios tras la ruptura del acuerdo de coalición que los nacionalistas del SNP mantenían con los Verdes.

Yousaf apenas lleva un año en el poder. Fue en marzo del año pasado cuando sustituyó a Nicola Sturgeon -la que fuera gran estrella del secesionismo- convirtiéndose en el primer responsable del Gobierno de Edimburgo de minoría étnica y el primer líder musulmán de un partido en el Reino Unido, ya que el actual primer ministro Rishi Sunak es hindú.

Pero su futuro pende ahora de un hilo ante las dos mociones de confianza a las que se tiene que enfrentar la próxima semana. No sólo está en juego su cargo, sino el de toda una formación que, tras casi dos décadas en el poder, podría poner fin a una era.

El SNP estuvo a punto de lograr su sueño independentista en el referéndum de 2014. Pero ya no es el partido que llegó al poder en 2007. Al igual que ocurrió a los 'tories' con el Brexit, los independentistas escoceses han quedado atrapados en guerras civiles, dispuestos a sacrificar los intereses de la nación por los de la propia formación, sin mostrar ningún intento por unificar a la sociedad, dividida durante años por un monotema.

Todo se precipitó el pasado jueves, cuando Yousaf puso fin al acuerdo de coalición de gobierno que mantenía con los Verdes tras días de recriminaciones entre ambas formaciones tras admitirse que no se alcanzará el gran objetivo para reducir las emisiones de carbono en un 75% para 2030.

Fue entonces cuando el Partido Conservador escocés presentó una moción de no confianza que previsiblemente tendrá lugar el próximo miércoles. Y complicando aún más las cosas, el Partido Laborista presentó el viernes otra moción de censura contra el Gobierno escocés para impedir que, en caso de que Yousaf se vea obligado a dimitir, el SNP no vuelva a nombrar a un ministro principal por un proceso de primarias sin pasar por las urnas. La votación que plantean los laboristas, a diferencia de la primera, es jurídicamente vinculante por lo que, de tener éxito, podría derrocar al Ejecutivo.

A día de hoy, el SNP cuenta con 63 escaños frente a los 64 que suman los laboristas, conservadores, verdes y liberal demócratas. Por lo tanto, todo está en manos de Ash Regan, la única representante de Alba (partido fundado por Alex Salmond, ex líder del SNP). La propia Regan renunció del SNP para unirse al Partido Alba después de que Yousaf la derrotara el año pasado en las primarias.

En caso de empate, la presidenta del Parlamento de Edimburgo tendría un voto decisivo que, por tradición, siempre es a favor del status quo, lo que significa que el Yousaf se mantendría en el cargo. Pero se interpretaría tan sólo como la agonía de una formación que está en pleno declive.

“No voy a dimitir”, recalcó Yousaf el viernes por la tarde tras cancelar a última hora un discurso sobre la independencia en la Universidad de Strathclyde. El aún responsable del Gobierno de Edimburgo pidió a los Verdes -que ya han anunciado que votarán en su contra- reconsiderar su decisión “porque hay muchos problemas, muchas prioridades que compartimos” por lo que se puede trabajar “tema por tema” a pesar de que no tengan ya un acuerdo de coalición.

En 2021, los independentistas consiguieron un histórico cuarto mandato en Holyrood, quedándose sólo a un escaño de la ansiada mayoría absoluta. Sin embargo, el apoyo del SNP ante las elecciones generales del Reino Unido previstas para finales de año se ha desplomado frente al auge de los laboristas. Yousaf no ha logrado desarrollar un programa político coherente para llenar el enorme vacío en la razón de ser del SNP cuando otro referéndum estaba claramente fuera de la agenda mientras fingía que aún era inminente.

Y el hecho además de que la anterior cúpula del partido esté ahora investigada por un caso de corrupción no ayuda especialmente a mejorar la imagen. Peter Murrell -ex director ejecutivo de la formación y marido de Nicola Sturgeon, la que fuera responsable del Ejecutivo de Edimburgo- fue acusado el pasado 19 de abril formalmente de malversación de fondos en relación a la misteriosa donación de 667.000 libras (761.000 euros) para un nuevo referéndum de secesión que nunca existió. La propia Sturgeon fue detenida en junio de 2023. Al igual que Colin Beattie, el ex tesorero del partido. Ambos quedaron en libertad sin cargos, pero siguen bajo investigación.