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Un "impeachment"débil

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Tendría que ocurrir un verdadero terremoto político en los Estados Unidos para que el presidente Donald Trump se vea en la obligación de renunciar a su cargo. La apuesta demócrata es muy arriesgada. El timing político parece ser el indicado tomando en cuenta que el proceso del «impeachment» toma tiempo y se celebran elecciones en 13 meses. Sin embargo, existen elementos que pondrían en riesgo el éxito de esta ofensiva demócrata. En primer lugar, la conversación telefónica no parece en sí mismo un acto de corrupción o traición. Quizás, y solo quizás, un abuso de poder. Pero, no hay rastros –por ahora– de una actitud que ponga en peligro la seguridad o los intereses del país. En segundo lugar, el «impeachment» debe ser aprobado por dos tercios más un voto del Senado. Los demócratas apenas alcanzan 45 asientos en la cámara alta. Por tanto, necesitarían a 22 senadores republicanos votando a favor de la destitución del magnate presidente. Por lo menos, al día de hoy, parece improbable y muy cuesta arriba que eso ocurra. Sin duda, los demócratas comenzarán un intenso trabajo político intentando convencer a un grupo importante de senadores opositores a su partido, para que den un paso al frente.

En tercer lugar, el otro escollo para la veterana Nancy Pelosi y sus aliados, es la opinión pública y la legitimidad del presidente. Desde el inicio de su mandato, Trump no ha bajado del 40% de respaldo a su gestión. Esto podría suponer un dato negativo; en realidad no lo es considerando el récord de los últimos mandatarios estadunidense con respecto a los índices de popularidad. El apoyo se sostiene gracias a los buenos números de la economía y a pesar de los rumores o temores sobre una posible recesión.

Para las primarias demócratas y según números del «The Economist», la senadora Elizabeth Warren ha alcanzado a Joe Biden en intención de voto. En lo que respecta a la elección general, y desde escenarios hipotéticos, las últimas encuestas reflejan un acercamiento entre Joe Biden y Donald Trump. El efecto espuma tras el lanzamiento de la candidatura de Biden parece estar diluyéndose. Mientras que en los meses de junio, julio y agosto la diferencia entre ambos superaba los 10 puntos a favor del ex vicepresidente, hoy, algunas encuestas, por ejemplo, la de Emerson Polling, reflejan un empate técnico. Adicionalmente, Rasmussen Report ya devela una ventaja de cuatro puntos a favor del presidente norteamericano.

Como dice el refrán, quien pega primero pega dos veces. Veremos si en este caso, los golpes resultan efectivos o contraproducentes para los demócratas. Para lograrlo, deberán unirse y emprender una tarea titánica. Deberán cruzar un desierto enfrentándose a un hombre que juega bien y muy duro a la política. Si no se muestran resultados y pruebas fehacientes en el corto plazo, la jugada de

Director general de Motta Focus

motta@mottafocus.com

@mottafocus los demócratas tendrá un efecto búmeran, Trump saldrá fortalecido y su reelección en 2020 estará más cerca.