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Yemen

Yemen anuncia la muerte del «número dos» de Al Qaeda en la Península Arábiga

El "número dos"de Al Qaeda en la Península Arábiga, Said al Shihri, murió el pasado noviembre tras una operación yemení.

El "número dos"de la organización terrorista Al Qaeda en la Península Arábiga, Said al Shihri, murió el pasado noviembre por las heridas sufridas en una operación de las fuerzas de seguridad yemeníes, informó hoy la máxima autoridad de seguridad del Yemen.

El Comité Supremo de Seguridad explicó que sus fuerzas lanzaron una operación el 28 de noviembre de 2012 en Saada (noroeste del país), en la que al Shihri, de nacionalidad saudí, resultó herido grave y posteriormente entró en coma y murió, según un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias Saba.

Tras su fallecimiento, Al Shihri fue enterrado por Al Qaeda en un lugar desconocido, de acuerdo con las prácticas que sigue este grupo, indicó la fuente.

Al Shihri era el número dos de Al Qaeda en la Península Arábiga (considerada por EEUU como la rama más activa y peligrosa de la organización) y el responsable de la dirección de los terroristas de nacionalidad saudí, los más numerosos en ese grupo.

Según las autoridades yemeníes, Al Shihri, cuyo verdadero nombre era Abi Sufian al Asdi, era considerado como el verdadero líder de la organización, comandada por su emir Naser al Wahisi, así como el máximo responsable militar de los terroristas en los enfrentamientos con el ejercito yemení en la provincia meridional de Abyan.

Además, Al Shihri tenía "un papel importante en las operaciones terroristas a nivel local, regional e internacional", según el comité.

El pasado 10 de septiembre, las autoridades ya habían anunciado su muerte en una operación en Hadramaut (sur), pero este mismo desmintió esa información en grabaciones sonoras difundidas en foros islamistas.

A comienzos de 2002, Al Shihri fue uno de los primeros prisioneros en llegar a la prisión estadounidense de Guantánamo, tras ser capturado en la frontera entre Pakistán y Afganistán, pero fue liberado en 2008.

Desde allí, volvió a Arabia Saudí, donde tomó parte en uno de los programas de reinserción de yihadistas de ese país, y poco más tarde viajó al Yemen para unirse a las filas de Al Qaeda.