Pinto

León Benavente, canción del páramo

León-Benavente, recorriendo una carretera real y simbólica, como la realidad nacional
León-Benavente, recorriendo una carretera real y simbólica, como la realidad nacionallarazon

El cuarteto formado por Edu Baos, Abraham Boba, Luis Rodríguez y César Verdú son cualquier cosa menos debutantes. Curtidos en la escena independiente en muchos proyectos, últimamente todos vinculados a Nacho Vegas como su banda estable, hace apenas seis meses que publicaron «Ánimo valiente» (Marxophone), el primer disco como su formación, León Benavente, imprescindible para la cosecha nacional de 2013 que se acaba. Post rock con excelentes melodías y letras desafiantes para entender la España de estos años en los que la ciudad, ya lo dicen ellos, «es un verdadero espanto». Por delante tienen una agenda intensa de gira por nuestro país, pero su potente directo recala en Madrid hoy.

La banda surgió sin pretensiones, por el afán de hacer canciones, como no puede ser de otra manera en el congelador que es la escena musical española, que se lleva por delante la mayor parte de grupos que empiezan. «El hecho de que el proyecto tenga más o menos éxito no está en nuestras manos. Hay grupos que tienen muy buena crítica, un directo potente, promoción bien hecha y todo el mundo habla bien de ellos, pero luego resulta que van a tocar a un sitio y meten a 15 personas en la sala. Eso, por desgracia, es bastante habitual. Y no sabes por qué un proyecto no funciona. Nosotros estamos muy sorprendidos y agradecidos por la acogida, que creemos se debe al boca a oreja de los que han venido a vernos», dice Abraham Boba, cantante y letrista. Los textos de León Benavente remiten a situaciones límite, a filtraciones de la situación social y política. «No es que eso sea inevitable, es siempre una opción, pero no escribimos en sentido social. Queremos que las letras suenen actuales y no a canción protesta». «El problema es que hay escritas tantas canciones en la historia, que los temas están todos tratados. Y lo interesante es la manera en la que lo hagas y las palabras que uses. En el disco hay un porcentaje que bebe de lo que nos está pasando, pero creo que lo más importante es la forma de tratar un tema», explica Boba. Una es, por ejemplo, las frases hechas que se imprimen en la prensa pero aplicadas a otras realidades. «Otra cosa que me divierte es utilizar referencias a lugares concretos, que en el disco se nombran muchos. Me gusta cuando escucho ciudades y lugares de España en canciones de los demás. Creo que tienen un efecto en los temas que hace que no se queden ahí arriba, flotando en el aire, sino que las baja al suelo y te hace partícipe de ellas», explica.

Un dúo de rancheras

Lugares como, claro, León y Benavente. Eso lo explica Luis Rodríguez: «Bueno, es la parte de carretera que yo, como asturiano, y también los gallegos (como Boba), pasamos mucho. Es un lugar por el que conducimos muy a menudo y me parece muy inspirador. No voy a decir que no hay nada, porque ya me han llegado críticas de gente que me asegura que es un lugar de puta madre... pero ya me entiendes». Dice la hoja de promoción, escrita por Nacho Vegas, que en ese tramo se quedó el bajista tirado con su Opel Corsa de 300.000 kilómetros. «También está relacionado con algo que tiene el disco de movimiento y carretera, y para mí es bonito que sean dos lugares de España», señala Boba, teclista en la formación, que completan un aragonés (Baos) y un murciano (Verdú). «El nombre del grupo tiene un punto que te puede remitir a alguien, es como el si fuera un señor de alguna parte. Suena a castellano viejo o a un personaje histórico, e incluso a cantante de rancheras. Creo que hay dos que se llaman Arturo Benavente y León nosequé...», apunta Rodríguez. Definir el sonido de León Benavente es más difícil. El paisaje entre esas dos ciudades, no tanto: «Es un páramo. Aunque está el mayor cementerio de excavadoras de España. Por cierto, que me gustaría visitarlo», dice Luis. Aviso a los escuchantes: estar entre León-Benavente no es estar entre Pinto y Valdemoro.