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La importancia de las canas de Alexandra Grant

La pareja de Keanu Reeves ha hecho un alegato a favor de la belleza natural de la mujer

Alexandra Grant y Keanu Reeves / EFE
Alexandra Grant y Keanu Reeves / EFElarazon

Alexandra Grant y Keanu Reeves se han convertido en una de las parejas más reconocidas de las últimas semanas. Tras su aparición oficial en la alfombra roja del Lacma 2019, todos los focos se han dirigido a ella y no por aparecer de la mano del actor sino por (horror, horror!!) tener 46 años, el cabello gris y arrugas en la cara.

El hecho que ha chocado a la sociedad es que Alexandra tiene 46 años y no lucha por esconder su edad. Ojo, que Keanu tiene 55, o sea que la diferencia de edad es notable. En una época en la que ofenderse es el nuevo negro, Alexandra se ha mostrado como una mujer normal (con un desarrollo laboral más que notable) y no una de las alabadas cuarentañeras de Hollywood, tipo Victoria Beckham o Penélope Cruz que esconden, camuflan y maquillan las imperfecciones naturales de la edad porque tener más de treinta años parece ser un delito.

Alexandra representa a la mujer que todas podemos ser a su edad, con patas de gallo cuando sonreímos, que no marcamos un cuerpo esculpido sobre nuestros estiletos de 12 centímetros y con más o menos canas en la cabeza. ¿su pecado? Que se ve feliz siendo como es.

Las redes se han convertido en un campo minado de críticas y demandas feministas listas para explotar. Internet se ha llenado de comentarios en los que la crítica a su imagen es constante: “no está a la altura del actor”, “parece su madre”, “cómo hace Keanu para salir con su abuela”. En un primer momento la artista fue confundida con la actriz Helen Mirren. Y no es que esto sea un insulto, pero resulta que la actriz británica tiene ya 74 años. Mirren se equivocó al contestar que se sentía adulada con la comparación ya que “conoce a Keanu y es adorable, luego ella debe serlo también”. Alexandra será como sea por su propia personalidad, no por ser espejo de la grandeza de él.

Otros muchos buenistas han alabado a Keanu por no salir con una mujer superjoven como hace por ejemplo, Leonardo di Caprio (no se le conoce novia mayor de 25 años y reconocedme por favor, que del Leo de Titanic queda ya más bien poco). Que salga con alguien de su edad casa a la perfección con la imagen de alma sensible que tenemos del protagonista de Matrix.

Flaco favor hacen las que creen que por salir con Alexandra convierte a Keanu en un caballero que no mira el aspecto físico. Y suspiran “por fortuna existen todavía hombres así”. Pero así, ¿cómo? ¿por qué hay que alabar que un hombre se enamore de una mujer natural? Es tan triste como aquellas mamás de los patios de colegio que alaban a Fulanito porque lleva a sus niños al parque pero critican a Menganita porque trabaja a destajo.

Ante esta presión, la propia artista ha denunciado en su cuenta de Instagram cómo los cánones de belleza actuales obligan a las mujeres a someterse a tratamientos dañinos para la salud y el motivo de porqué no se tiñe sus canas. Esta semana Grant publicaba una captura de una noticia de la revista Newsweek que reza: “El cáncer de mama se relacionó con los químicos que se usan en los tintes capilares y planchas químicas para el cabello en un estudio de casi 50.000 mujeres".

Atentos a las noticias de hoy… los números son asombrosos, especialmente para las mujeres de color”, escribe Alexandra. “Mi pelo se volvió gris prematuramente cuando tenía ventipocos años, así que empecé a teñirme con tanta frecuencia que al final acabé por no poder tolerar la toxicidad de los tintes. Así que en mis 30, dejé que mi pelo se volviera rubio”.

Quiero y apoyo que todas las mujeres puedan elegir cómo quieren ser a cualquier edad que tengan. Pero por desgracia seguimos rindiéndonos a los cánones de belleza…Tenemos que hablar de esos cánones ¡Amor a todas las mujeres!”, concluye la artista plástica.

Es terrible que Alexandra Grant haya tenido que dar explicaciones simplemente por atreverse a ser una misma. Que haya tenido que leer en su propio muro que solo busca llamar la atención. Que es una dejada por no cumplir con los cánones de belleza establecidos. Que la prensa se haya centrado en su apariencia y en ser la “pareja de” en vez de en sus premios y logros vitales.

La distinta vara de medir sigue afectando a todos los niveles. Un hombre con canas y arrugas se ve interesante (¿verdad, George?) mientras que una mujer que no cuida su apariencia puede verse como perezosa, no apta para sobrellevar el estrés o poco femenina. En multitud de ocasiones se ha criticado a Su Majestad la Reina Letizia cuando aparece en algún evento luciendo unas pocas canas porque “no está perfecta”. Y a aquellas actrices, cantantes o famosas que deciden teñirse el pelo de gris o lucir sus canas, como Salma Hayek, se las tilda directamente de llamar la atención o ser rebeldes.

Seré una romántica, pero yo me imagino hoy a Keanu y Alexandra paseando cogidos de la mano e inmunes a los haters y fanáticos de la imagen. Los dos tranquilos y educados por fuera, mientras por dentro están mandando a la xxxxx a todos. Y sin perder su sonrisa botox- free.