Sexo

¡Qué no te engañen! 5 mitos sobre la salud sexual masculina

En febrero no se celebra únicamente San Valentín.

Dos personas se abrazan cariñosamente en una cama
Dos personas se abrazan cariñosamente en una camalarazon

También se conmemora el Día Europeo de la Salud Sexual, un ámbito que afecta no solo a las relaciones íntimas, sino también al plano personal, social e incluso laboral. La empresa líder mundial en salud sexual masculina, Boston Medical Group, nos ayuda a saber qué hay de real en lo que se dice sobre el sexo.

Desde 2003, el 14 de febrero es un día especial. No solo para celebrar el amor (o incluso la amistad) con motivo de San Valentín, sino también para festejar el ‘Día europeo de la salud sexual’, una fecha que busca concienciar a la población sobre la necesidad de adquirir y mantener hábitos sexuales saludables.

Tal y como explica la Organización Mundial de la Salud, la “salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social con relación a la sexualidad; no es la mera ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad”. La sexualidad no solo se reduce al comportamiento de la cama, es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades humanas básicas, como el placer, el amor, la intimidad o el deseo de contacto.

Sin embargo, al ser un tema tan discreto y personal, hay varios aspectos que generan dudas en torno al sexo. Boston Medical Group, la empresa líder mundial en salud sexual masculina, detalla cuáles son los mitos y realidades en este ámbito.

Mitos sobre el sexo:

- Los hombres tienen más deseo sexual que las mujeres: Tanto ellos como ellas se ven condicionados por los mismos factores a la hora de tener sexo: deseo, pasión, energía… y también les afectan los mismos problemas, como el estrés o el cansancio.

- La pornografía ayuda a mejorar las relaciones: Un consumo excesivo de este material provoca cambios en el cerebro, ya que altera la dopamina, creando mayor resistencia a la misma y a la pérdida de muchos receptores en las células nerviosas. Cada vez más menores de 30 años que no padecen diabetes ni enfermedades cardiológicas están llevando a cabo tratamientos en las clínicas de Boston Medical Group.

- El alcohol es bueno para el sexo: Un consumo moderado puede ayudar a desinhibirse a la hora de entablar una conversación, pero en cuanto se sobrepasan esos límites, la ingesta juega malas pasadas, ya que se disminuye la excitación y la respuesta sexual a la estimulación.

- La Disfunción Eréctil solo afecta a los mayores: Aunque comúnmente se cree que esta patología afecta a la población mayor de 65 años, según un estudio realizado por Boston Medical Group, el 44% de los hombres que padecen Disfunción Eréctil tienen menos de 50 años, una cifra que ratifica que no depende exclusivamente de la edad.

- Mejor guardarse los problemas en la cama: No hay que considerar el tema del sexo como algo tabú. Compartir los trastornos con la pareja ayuda a buscar una solución. No vale con consultar al ‘doctor Google’, lo mejor es acudir a un experto que evalúe cuál es el problema y qué tratamiento es el más aconsejable.

Realidades sobre el sexo:

- Empezar un tratamiento ayuda a mejorar la vida sexual: El tiempo es clave cuando hay un problema en la cama. Cuanto antes se empiece una terapia, antes se recobrará la satisfacción sexual. Según el director médico de Boston Medical Group, el doctor Benítez, “a día de hoy existen diversas opciones de tratamiento cuyo objetivo principal es poder mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

- Detrás de una patología puede haber problemas mayores: Hay que vigilar los síntomas de la Disfunción Eréctil, ya que el hombre que la padezca está en mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas o vasculares, y este primer indicio podría aparecer entre uno y cuatro años antes de sufrir una cardiopatía más grave.

- Más calidad que cantidad: Los especialistas recomiendan concentrarse en la calidad más que en la cantidad de las relaciones sexuales. La frecuencia no es lo más importante, sino el grado de satisfacción.

- El deporte favorece el rendimiento sexual: La actividad física es buena para el ser humano al afectar positivamente tanto al cuerpo como a las emociones, una combinación idónea para mantener relaciones íntimas. Su práctica hace que se generen más endorfinas y testosterona en el caso de los hombres, por lo que aumenta el apetito sexual.

- No existen alimentos afrodisíacos: Aunque no existen como tal, algunos productos incluyen sustancias que potencian las hormonas masculinas para las relaciones sexuales, como por ejemplo el cacao, la miel, la sandía o las ostras.