Restaurantes
Un taco de cochinita y el mejor bacalao, al aire libre
Dos restaurantes para el verano de la nueva normalidad en Madrid.
Madrid sigue vivo, y las terrazas continúan siendo un bien escaso pero demandado. Por ello, esta semana, la propuesta de #LaCataDeKaty presenta dos restaurantes muy diferentes entre sí, que gozan de una apetecible terraza y a precios muy competitivos. Los amantes de la cocina mexicana están de suerte; y los que buscan un concepto más tranquilo y familiar, con cocina tradicional pero novedosa, también tiene su terraza fetiches en la zona noroeste de Madrid.
Cocina mexicana en el Barrio de Salamanca
En pleno corazón del Barrio de Salamanca (Calle Ayala, 14) se encuentra uno de los mexicanos más recientes pero que con más fuerza pisan: Tepic. Dividido entre una agradable terraza al aire libre, que hace esquina con serrano, y un local de dos plantas, moderno y minimalista, con barra inclusive.
Y es que el restaurante, comandado por la chef Sara Herrera y el barman Javier Quiñones, he reabierto hace unas semanas esa (diríamos ‘coqueta’) terraza con platos estivales, como el aguachile de Camarón y los tacos Baja California (de pescado muy tradicionales en las playas de México), y cócteles de baja graduación o sin alcohol incluso. En mi caso, que conozco la Yucatán muy bien, la cochinita pibil (típico plato de la región mexicana) brilla en Tepic por su elegante sabor que no olvida ni entierra la verdadera esencia.
Aunque no menos alabanzas se merecen otros best sellers, como por ejemplo los tacos de pastor (con carne de cerdo adobada y cocinada en un tradicional ‘trompo’), de tinga de pollo (guiso tradicional de pollo con un toque de chile chipotle), los Baja California (muy típicos del norte México, con pescado rebozado) o los sinaloenses Gobernador, de camarón sazonado con un toque de orégano y chile.
Podríamos esta ante el referente de la cocina tradicional mexicana y muchos siguen sin saberlo.
Cocina tradicional en las afueras de Madrid
En búsqueda del mejor bacalao de Madrid, he dado con uno ubicado a las afueras de Madrid. Casa Luis, para ser exactos. Al parecer es uno de los restaurantes clave en Pozuelo pero yo desconocía su existencia hasta la semana pasada. Tradicional pero con su propia esencia siempre es un acierto tanto para compartir unas raciones como disfrutar de la carta. Un jamón serrano excelente, chipironcitos y vino para todos los bolsillos (y gustos) son algunas de mis apreciaciones. El restaurante lleva décadas avalando su éxito y es un referente de la localidad, la Avenida de Europa y Madrid. Y es que el mítico templo de cocina mediterránea ‘de toda la vida’ lleva ya 27 años recibiendo clientes de todas parte de la capital.
Fue de los primeros en reinaugurar en la desescalada, y, aunque aplaudo el salmorejo, la pantumaca tan exquisitamente conseguida (el ajo se nota y se siente, pero no repite) o los torreznos que lejos quedan de ser pesados; la razón por la que vuelvo a salirme de Madrid Central para hablar de una terraza es porque el bacalao es (probablemente) el más sabroso de la ciudad.
En general, la cocina de Casa Luis, regentada por padre e hijo, es española y destaca por la calidad de los productos. Cuenta con una amplia carta y unas raciones abundantes que lejos quedan de dejar con hambre al comensal. La terraza, aclimatada y renovada más que nunca dada la situación en la que estamos (en cada mesa no falta el gel hidroalcohólico), invita a disfrutar de un rato en familia o amigos en una zona en la que se puede aparcar fácilmente. Entre su oferta, destacan los chanquetes con huevo, callos caseros, chipirones encebollados, salmorejo cordobés; también los lomos de bacalao a la bilbaína, chuletas de lechal entre otros. La calidad-precio está conseguida, y el servicio, aunque chapado a ‘la antigua’, es amigable y cercano. Pero sin lugar a dudas la magia fluye con el bacalao dorada, acompañado de patatas paja y huevos camperos. ¡Una lección a los portugueses!
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