Relaciones
¡Peligro! Reconoce el abuso del Gaslighting
Este tipo de manipulación emocional hace que las personas duden de su propio criterio.
Si cuando discutes te dicen “¿por qué siempre estás a la defensiva?”,” yo no dije eso”, “no inventes”, “no hagas dramas”, “eres demasiado sensible”… puede que estés siendo víctima de un abusador que trate de persuadirte de que todo lo que sucede en una relación es culpa tuya. Cuando este comportamiento se repite de manera persistente, en vez de alejarte, permites que surja la duda en tu interior en un intento de favorecer la relación y buscar la aprobación ya sea de una pareja o un jefe.
El gaslighting es un patrón de abuso emocional en el que una persona es manipulada poco a poco hasta el punto de llegar a dudar de su propio juicio o memoria. Al final, la víctima se siente ansiosa, confundida y deprimida. Llega un punto en el que empieza a creer que está loco y no distingue qué es parte de la memoria y qué fruto de su imaginación.
Este tipo de manipulación es sutil y muy peligrosa, pues acaba por hacer mella en la persona y puede hasta conseguir que nos alejemos de nuestros seres queridos por temor a que nos confronten sobre esta relación tóxica.
La palabra gaslighting tiene como origen la película americana Gaslight en la que un hombre manipula objetos de su casa y recuerdos para hacer creer a su mujer que está loca y así quedarse con su fortuna. El protagonista incluso regula la luz de gas (de ahí viene el nombre de la película) y le hace creer que la llama tiene la misma intensidad solo para confundirla. La mujer empieza a dudar de su salud mental, llora continuamente y no quiere salir de casa. Por supuesto, el abusador sabe muy bien lo que está haciendo y termina amenazándola con internarla o abandonarla.
Posibles efectos
Dudar sobre la capacidad de tu memoria. La victima duda de sus recuerdos, dado que el abusador le convence de que recuerda cosas que no ocurrieron.
Se sienten siempre los culpables y se pasan el día disculpándose por todo.
Bajada de la autoestima. Las víctimas de esta situación se sienten cada vez más tristes, aisladas, deprimidas y ansiosas y sienten que no sirven para nada.
Dudar sobre el propio raciocinio. Estas personas no confían en su decisión para razonar y tomar incluso las decisiones más simples, así que acaban confiando ciegamente en la persona que les abusa y les hace ver todavía más sus (inexistentes) errores.
Se vuelven inseguras y necesitan que los demás confirmen continuamente si lo que dicen es cierto.
Se consideran excesivamente sensibles porque hay alguien que les está diciendo que se lo toman todo muy a pecho o que buscan los tres pies al gato.
Se preguntan porqué no son felices, si aparentemente les están pasando cosas buenas en su vida.
Sienten que no pueden hacer nada bien. Se preguntan constantemente si son buenos hijos / empleados/ novios….
Empiezan a mentir o a ocultar información para no tener que dar explicaciones o excusas a amigos o entorno familiar.
Cómo huir del gaslighting
Por muy peligrosa que sea esta manipulación, existen maneras de afrontar este tipo de ataques, empezando por ir a un profesional para que nos dé pautas y herramientas.
Hay que confiar en la propia intuición. Nuestra experiencia nos va a alertar de las cosas que no nos cuadran. Cree en ti.
Eres el dueño de tus propios pensamientos. Las emociones no son buenas ni malas, y si sientes que te están humillando o dañando psicológicamente, es cierto. Nadie puede dudar de lo que estás experimentando. Nunca hay que disculparse por sentir.
No hay que buscar la aprobación constante ni andar mendigando a la otra persona para que te dé una “palmadita en el lomo”.
Tienes que ser consciente de tus valores. Es muy útil crear una lista de cualidades personales. Todos los tenemos. Esto te ayudará a mantenerte centrado y saber qué valoras y te gusta que valoren los demás de ti. Los valores son la columna vertebral de nuestro comportamiento y nadie debería obligarnos a ir en contra de ellos. En el momento en el que alguien nos presione para violarlos, sabremos que se nos está intentando manipular.
Intenta ver las cosas con perspectiva. Si lo que tú estás viviendo te lo contara un amigo: ¿qué le dirías?. intenta ver la situación desde fuera. Tu yo es más sabio de lo que crees.
Aléjate. Si te das cuenta que alguien está continuamente faltándote al respeto y no se hace responsable de sus faltas, pregúntate si deseas continuar la relación. Trabajar la asertividad es indispensable para hacer valer los propios intereses con dignidad.
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