Tenis

París

Polo de verano

Polo de verano
Polo de veranolarazon

Una prenda, un distintivo, y el legado de una gran marca

En 1933 la compañía fundada por el tenista Renée Lacoste, alias Le Cocodrile, arrancó su periplo empresarial con una prenda, el polo, aún hoy su emblema y mejor bandera. En algodón petit piqué y con el característico cocodrilo bordado en el pecho, la pieza estrella de la casa se comenzó a fabricar en blanco en el modelo L. 12.12. Del parón de la Segunda Guerra Mundial la empresa regresó con las ganas intactas, y en 1951 la idea de agregar color a su pieza estrella consiguió rendir a sus pies a dos mercados clave: el italiano y el estadounidense, enamorados de esta prenda, que aunaba comodidad y sofisticación. En España, el polo de Lacoste aterrizó en los años sesenta y desde entonces pocos armarios no tienen uno guardado en el cajón. Esta camiseta de manga corta, solapas y tres botones se convirtió en seña de identidad de muchos adolescentes de los años ochenta, que lo sacaron de las pistas de tenis para pasearlo por las calles de las grandes ciudades. Golfistas como José María Olazábal y tenistas como Andy Roddick lucen el cocodrilo y en el 2010 el polo se integró en el Museo de Artes Decorativas de París, coronándolo definitivamente como lo que es, una creación única.