Gastronomía
Brunch en cuatro actos
Desde que Mariana Gyalui tomó las riendas de este restaurante (abierto en 1989 por su tía como una casa de comidas tradicional y renovado en noviembre del año pasado) Laverónica se ha convertido en un auténtico epicentro de ocio, cultura y gastronomía del Barrio de las Letras. La pasión de su propietaria por el mundo de arte y la música, su dinamismo y carácter viajado y una gran cartera de amigos de diferentes ámbitos que colaboran con ella puntualmente (artistas emergentes, músicos, diseñadores gráficos y cocineros de prestigio) conforman el sinfín de iniciativas que se sucede cada mes en este espacio cambiante y sorprendente en el que siempre permanece la excelencia culinaria.
Una de las novedades de este otoño en Laverónica es el estreno de un brunch dominical que viene a completar la oferta de este céntrico barrio. Un barrio que los domingos se llena de madrileños y turistas atraídos por su rica vida cultural y su proximidad a los Museos del Prado y Thyssen, el Jardín Botánico, CaixaForum o la Casa Museo de Lope de Vega.
El brunch de Laverónica está inspirado tanto en la presentación de los platos en carta como en el servicio en Tristán e Isolda de Richard Wagner, una ópera larga de cuatro actos que fue la primera que vio Mariana siendo niña y que la convirtió en una apasionada del género. Así, la obertura incluye café, té o infusión, dos zumos naturales recién hechos entre los que siempre habrá uno de frutas y uno detox de frutas y verduras, una cesta de panes y bollería variada, mantequilla ecológica, mermelada casera, AOVE y tomate rallado y un plato típico de brunch a elegir entre los clásicos huevos bénedict con muffin inglés casero o tortilla francesa.
El primer acto incluye salmón marinado y ensalada César. El segundo dos platos calientes: carrillera de cerdo al vino tinto y arroz cremoso con confit de pato. El tercer acto permite elegir entre dos propuestas protéicas para recuperar la energía derrochada durante la noche anterior: hamburguesa de pan casero o la carne especiada de Laverónica, uno de los platos más demandados del restaurante a base de entraña de vaca asturiana marinada con especias y ají.
Para terminar, el cuarto acto (la traca final) es un variado de postres caseros entre los que destacan el Brownie, mini Tarta Maruja (de chocolate negro o blanco con frambuesas) y Lemon Pie.
El precio del brunch es de 30 € por persona, incluyendo una copa de vino blanco, de tinto o de cava, un refresco o una cerveza, y se sirve desde las 13:30 hasta las 15:30 horas a mesa completa. De 12:00 a 13:30 h. existe la posibilidad de pedir medio brunch que incluiría, por 18 € por persona,los platos dulces y salados de la obertura y la hamburguesa Laverónica. Todo ello puede completarse con una amplia carta de cócteles, entre los que se incluyen los clásicos Bloody Mary y Mimosa, y se sirve arropado por el alegre ambiente que caracteriza a Laverónica y por una excelente selección de música jazz.
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