Enología

Garaje

Garaje
Garajelarazon

Primero fue el rock de garaje, luego aquello que revolucionó el mundo digital y hoy son multimillonarios, luego incluso los vinos que se calificaron como de garaje. Estos ejemplares un tanto grunge suelen ser las criaturas que algunos visionarios afinan desde la radicalidad y el talento.

También en Aragón, en una pequeña localidad de la provincia de Zaragoza, Mario López y Fernando Mora, a la manera de los alquimistas medievales, adormecen un vino genuinamente de terruño. Mucho trabajo de viticultura, mucho respeto a un viñedo en condiciones extremas: oscilaciones térmicas, mucho viento y la uva al límite. Es el filo de la navaja de la garnacha vieja. Muy vieja y de una parcela controlada por los bodegueros. A la postre, esa uva de mucha concentración y que se expresa como una garnacha típica aragonesa se elabora casi sin tocarla. El secreto radica en que una sola pequeña proporción de la uva que se embotellará al final lleva algo de crianza.

Esas notas de pimienta muy llamativas, esa boca con mucha longitud y de amplitud en el paladar son propios de la expresión que buscan estos garajeros. Fruta, mucha fruta, boca jugosa y ese cuerpo medio propio de un vino que sabe integrar esos recuerdos de viñedo para un vino contemporáneo. Un vino que con el tiempo será de culto sin ninguna duda. O una manifestación más de cómo se puede llegar a la excelencia desde la pureza.

Bodegas: Frontonio.

D.O: IGP Valdejalón.

Nombre: Botijo Rojo 2012.

Precio: 11,90 euros.