Portugal

Casillas y Carbonero entre los invitados a la cena con los Reyes de España en Guimaraes

Los Reyes de España saludan a Sara Carbonero antes de la cena de gala ofrecida en honor de los Reyes en el Palacio de los Duques de Bragança, en Guimaraes.
Los Reyes de España saludan a Sara Carbonero antes de la cena de gala ofrecida en honor de los Reyes en el Palacio de los Duques de Bragança, en Guimaraes.larazon

El guardameta del Oporto, Iker Casillas, y su esposa, la periodista Sara Carbonero, figuraron entre los 150 invitados a la cena en honor de los Reyes de España que se celebró hoy en el Palacio de los Duques de Bragança de la histórica localidad de Guimaraes, a 50 kilómetros al norte de Oporto.

El guardameta del Oporto, Iker Casillas, y su esposa, la periodista Sara Carbonero, figuraron entre los 150 invitados a la cena en honor de los Reyes de España que se celebró hoy en el Palacio de los Duques de Bragança de la histórica localidad de Guimaraes, a 50 kilómetros al norte de Oporto.

Ofrecida por el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, la cena de gala tuvo especial significado simbólico, por cuanto Guimaraes está considerada por los portugueses la cuna de su Estado, ya que en este enclave nació y fue coronado el primer rey de la nación portuguesa, Alfonso Henriques, en 1139.

El palacio que acoge el acto fue construido en el siglo XV, pero con el correr de los siglos experimentó un proceso de degradación.

Fue cuartel militar entre 1807 y 1935 y posteriormente se acometió su restauración hasta que a comienzos de los años 60 se comenzó a utilizar como residencia de verano del jefe del Estado.

Los invitados a la cena accedieron al recinto, en lo alto de una colina, por una gran alfombra roja, entre el sonido de los tambores que hacía sonar un grupo folclórico de la zona, con niños que saludaban con banderas españolas y portuguesas en sus manos.

Los candelabros encendidos al final del recorrido realzaban el aspecto medieval del entorno, donde destaca una estatua del rey Alfonso.

Al final de la alfombra, ante un estrado donde había un grupo de de hombres y mujeres ataviados con trajes regionales, los convidados posaban para los medios gráficos.

Fueron Iker Casillas y Sara Carbonero, muy sonrientes, quienes más expectación despertaron hasta la llegada de los Reyes de España, recibidos por Rebelo de Sousa entre aplausos de los vecinos que se agolpaban en la calle situada frente al palacio y el espontáneo cántico del "Que Viva España"por parte de algunos.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, en su primer viaje de Estado con Felipe VI y la Reina Letizia, también había posado antes para la prensa junto al jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín.

Ya dentro del palacio, en el Salón de los Pasos perdidos, antes de comenzar el banquete, los reyes Felipe y Letizia saludaron uno a uno a todos los comensales, representantes de las principales instituciones lusas, así como del mundo político, económico, social y cultural del país.

Además de Rebelo de Sousa, estuvieron presentes en la mesa el primer ministro portugués, Antonio Costa, el presidente de la Asamblea de la República, Ferro Rodrígues, y parte del Gobierno.

Felipe VI lucía el Collar y la Cruz de la Orden de la Torre y la Espada, la máxima condecoración que concede el Estado portugués, así como la placa y la banda de Carlos III, máxima distinción española, y la venera del Toisón de Oro.

Por su parte, la Reina Letizia, vestida de negro, exhibía una condecoración portuguesa, la Cruz de la Orden de Cristo.

El menú servido en la cena de gala consistió en un consomé, suprema de merluza con salsa de cebolla y puerro y pudin "Abade de Priscos"con helado de mandarina.

La cena arrancó con la interpretación de los himnos nacionales de los dos países a cargo de un grupo clásico que amenizó la velada con piezas de Telemann, Bach, Mozart y Haydn.

Además, a su término, los comensales pudieron disfrutar con una interpretación de fados a cargo de la afamada artista Carminho.

Efe