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Habla la otra hija de «El Cordobés»: «Que le eche huevos a la vida como lo hizo en la plaza»

Mari Ángeles Benítez Raigón es la única hija ilegítima de El Cordobés que fue reconocida tras su paso por los tribunales. Siempre distante con la Prensa, abre ahora su corazón para, a través de LA RAZÓN, ofrecer a su padre el cariño que siempre demandó.

Habla la otra hija de «El Cordobés»: «Que le eche huevos a la vida como lo hizo en la plaza»
Habla la otra hija de «El Cordobés»: «Que le eche huevos a la vida como lo hizo en la plaza»larazon

Mari Ángeles Benítez Raigón, única hija ilegítima de El Cordobés reconocida, abre ahora su corazón a LA RAZÓN para ofrecer a su padre el cariño que siempre demandó.

Nueve y media de la mañana del viernes: Manuel Benítez acude voluntariamente al Hospital Universitario de Córdoba para someterse a la prueba de ADN que el médico forense le solicita como parte de las diligencias de la demanda de paternidad presentada por Manuel Díaz, «El Cordobés». Dos horas y media después, lo hacía este último. La prueba consiste en una extracción de sangre, realizada por los técnicos del Servicio Inmunológico de dicho hospital, y «ante presencia judicial», según confirma el abogado de Díaz, Fernando Osuna. El resultado no es relevante, ya que la parte demandante ya tiene una prueba privada que confirma al 99,9% que Díaz es hijo de Benítez, pero es importante, porque se trata de la prueba oficial. Ésa a la que siempre se había negado a someterse. «Nosotros ya presentamos una prueba que les relacionaba extraída de una servilleta que habría utilizado El Cordobés», asegura el letrado.

El resultado será remitido la próxima semana por el médico forense directamente al juzgado como prueba en el juicio por demanda de paternidad que se celebrará el 28 de abril, a las diez de la mañana, en el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Córdoba. Padre e hijo no coincidieron en ningún momento, y mientras Manuel Benítez abandonaba el centro nada más realizarse la prueba, no hacía lo mismo Manuel Díaz, que, además de visitar personalmente a algunos ingresados, no dudó en fotografiarse con quien se lo pedía. Esta semana además nos sorprendía la noticia de la separación de El Cordobés de su mujer, Martina Freyssa, tras 50 años de matrimonio, cinco hijos y tres hijos más nacidos de otras relaciones.

Y es que Manuel Díaz no es el único hijo que ha luchado para ser reconocido por el «Califa de Córdoba». Mari Ángeles Benítez Raigón es, por ahora, la única ilegítima que ha conseguido sus apellidos tras acudir a los tribunales en mayo de 2000. Precisamente, la negativa del torero a someterse a la prueba biológica fue clave en aquel proceso. Al juez le bastó con las pruebas paterno-filiales que aportó Mari Ángeles: una dedicatoria el día de su Comunión, las cartas que el torero enviaba a su madre desde América y fotografías.

A sus 47 años, todavía sueña con que su padre algún día aparezca por la puerta de su restaurante, El rincón del músico, en Córdoba, y la abrace. «Es un sueño que tengo desde que soy pequeña», confiesa con añoranza a LA RAZÓN. Ella, asegura, siempre ha perseguido el cariño de su padre, no su dinero.

Mari Ángeles no se esperaba la separación de Martina tras 50 años de matrimonio: «Me he quedado muerta. Mi madre me llamó para contarme que lo estaban diciendo en televisión», confiesa. Aunque, por otro lado, cree que «mucho ha aguantado». Su primer pensamiento fue que, a lo mejor, ahora volvía a tener contacto con ella. «A mí siempre me pasaba dinero bajo cuerda, sin que lo supiese su esposa, hasta que le interpuse la demanda para que me reconociese como hija legítima que soy». Incluso lo vi unas seis veces, pero tras la decisión judicial desapareció y dejó de pasarme la pensión», explica Mari Ángeles Benítez.

Blindar el patrimonio

«No sé qué pensar», añade: «He escuchado que esta separación es una estrategia para proteger los bienes de los que no somos hijos dentro del matrimonio». Pero ella reflexiona y asegura que «en 2000, cuando interpuse la demanda y conseguí los apellidos, no hicieron nada, por lo tanto, no entiendo por qué tienen ahora que blindar el patrimonio por Manuel Díaz; no sé yo, tengo mis dudas».

«¿Y ahora no puede sacar dinero del banco sin autorización de Martina?», se pregunta con extrañeza. «¿Y todo para que los hijos que tiene por ahí esparcidos no reciban nada? Qué tonto, qué tonto», reacciona indignada. «Siempre hemos dicho que mi padre no ha tenido contacto con nosotros, con los hijos fuera del matrimonio, porque Martina se lo impedía. A ver si ahora le echa huevos a la vida, porque los ha tenido en el mundo del toro pero con la vida no», reflexiona la hija extramatrimonial de El Cordobés. Sin embargo, al igual que Manuel Díaz, Mari Ángeles no dudaría en pasar página, empezar la relación de cero y recuperar el tiempo perdido entre padre e hija. Cuenta que su reacción cuando su madre le comentó la noticia de la separación fue ver de nuevo las fotos que tiene con él cuando era una niña. «Yo sólo quería su cariño –dice pensativa–; porque no sé dónde vive ahora mismo, que si lo supiera iría a encontrarme con él. Antes sí sabía dónde estaba en Córdoba, pero ahora leo que estos días ha estado en un hotel, ¡qué fuerte me parece!». Y sí, es cierto, estos días permanecía instalado en uno cordobés para someterse a la prueba de ADN en el Hospital Universitario de la ciudad andaluza.

¡Qué tonto!

Su hija no entiende que si su padre lleva mes y medio separado de Martina, su hijo Julio concediera una entrevista hace unos días y asegurase que sus padres estaban bien: «El pasado fin de semana compré esa revista y ahora resulta que no están juntos». Y subraya que «si Martina ha hecho todo esto de poner las propiedades a su nombre o a la de sus hijos, crear una Sicav (una sociedad de inversión colectiva) o yo qué sé lo que se piensa, que los que venimos detrás cuando llegue el momento... Hay muy buenos abogados y le van a preguntar que quién ha trabajado tanto para conseguir todo lo que tiene», asegura incrédula. «Y ahora se ve obligado a tener que recibir autorización para sacar dinero... Y todo por renegar de los hijos que no ha tenido en su matrimonio, ¡qué tonto!», repite.

Imagina Mari Ángeles que «los hijos estarán apoyando a su padre», sin embargo, parece que se han colocado del lado de Martina: «Todos chupando de él y ahora se ve solo y sin un euro». Ella considera que Manuel Benítez ha estado durante muchos años rodeado de amigos que no le convenían y que se aprovechaban de él. Y afirma:«De amigos como los que tuvo mi padre también le separaba yo, eran un poco buitres. Le sacaron todo lo que pudieron. Sobre todo, en sus inicios como torero».

Poco a poco, va perdiendo esa ilusión que tenía de que su padre apareciese por la puerta y le diese un abrazo. Y con voz triste dice: «Ahora, con todo lo que tiene en la cabeza, de lo último que se va a acordar es de mí», concluye con una media sonrisa para quitar hierro a esta última afirmación.