Trasplantes

¿Desde cuándo se plantean los trasplantes de órganos?

Los viejos relatos muestran que ha sido un sueño más enraizado en el tiempo de lo que creeríamos.

¿Desde cuándo se plantean los trasplantes de órganos?
¿Desde cuándo se plantean los trasplantes de órganos?larazon

Los viejos relatos muestran que ha sido un sueño más enraizado en el tiempo de lo que creeríamos.

La posibilidad de intercambiar órganos entre seres humanos es una idea que flota en nuestro imaginario colectivo desde mucho antes de la llegada del pensamiento científico. Por supuesto, en aquellos tiempos, se trataba de una idea más mágica que racional, una especie de invocación a la fantasía donde el cuerpo y el espíritu iban siempre de la mano. El médico chino Pien Ch Iao describía con bellísima ingenuidad su pretendido trasplante de corazón entre dos hombres complementarios. Había logrado, según su fantasioso texto, cambiar el órgano vital de un paciente fuerte de espíritu, pero débil de voluntad, por el de otro fuerte en voluntad y pusilánime de espíritu. Su loable intención era lograr el equilibrio entre ambas personalidades.

En la cultura cristiana encontramos el pasaje de los santos Cosme y Damián, que son capaces de sustituir la pierna herida de Justiniano por la de un etíope muerto. Relatos como estos demuestran, al menos, que la posibilidad de intercambiar órganos ha sido un sueño mucho más enraizado en el tiempo de lo que podríamos creer.

En el terreno de la ciencia, no de la bella y fascinante espiritualidad al que se refieren los pasajes anteriores, las fuentes históricas, más o menos confirmadas, también se remontan a un lejanísimo pasado. En el siglo II antes de Cristo, el cirujano indio Sushruta documentó el uso de piel humana extraída del cuerpo para reparar los destrozos sufridos por una nariz. Sushruta habla de un autotrasplante, del uso de piel del mismo paciente que va a recibirla. Lo cierto es que no existen datos que permitan documentar si estas prácticas tan añejas tuvieron algún éxito. Más registro ha quedado de la aventura del italiano Gaspare Tagliacozzi. En su obra «De Curtorum Chirugia per Insitionem», establece algunos protocolos para realizar autotrasplantes e, incluso, indaga en la eficacia de realizar alotrasplantes (trasplantes entre diferentes personas). Hasta empieza a proponer la posibilidad de que se produzcan rechazos invocando a la «fuerza y el poder de la individualidad» como causa de estos. Habrá que esperar, sin embargo, hasta bien entrado el siglo XIX para que observemos los primeros ejemplos de trasplante entendidos como hoy los entendemos. En 1837 se llevó a cabo la primera intervención de intercambio de retinas en modelos animales que sirvió de experiencia base para el primer trasplante de córnea humana realizado en 1905 en Austria por Eduard Zirm. En aquellas décadas, en buena parte del mundo occidental se estaban sentando las bases para una gran revolución médica. Algunos anatomistas comenzaban a conocer las conexiones de las arterias y las venas, hasta el extremo de que Alexis Carrel pudo obtener en 1912 el premio Nobel de Medicina gracias a sus trabajos sobre el trasplante de segmentos arteriales. Este mismo cirujano había comenzado en 1902 a realizar sistemáticamente intercambios de hígados, riñones y corazón en perros. En dichos trabajos identificó por primera vez de manera científica el problema del rechazo. Se habían dado los primeros pasos sólidos para el nacimiento de la era de los trasplantes.

¿SE ESTÁN EXTINGUIENDO LOS BAOBABS?

El baobab, el mítico árbol gigante africano, está pasando sus peores momentos. Los más antiguos y valiosos están muriendo. Panke, un ejemplar en Zimbabue que llevaba creciendo desde hace 2.500 años, acaba de desaparecer igual que otros trece árboles milenarios en diferentes lugares de África. Además, desde 2005 se aprecia una pérdida de material leñoso en otras decenas de ejemplares. Nadie, hasta ahora, ha sido capaz de ofrecer una explicación al fenómeno. Pese al misterio, los científicos valoraron algunas teorías que apuntan más a la acción humana que a efectos de plagas, epidemias u otras enfermedades vegetales conocidas.

¿Se ha demostrado que puedan sudar las hojas de las plantas?

Algunas recientes investigaciones científicas han puesto de manifiesto que ciertos vegetales como, por ejemplo, el eucalipto, podrían realizar una función similar al sudor. En concreto, sus hojas expelen agua para que ésta se evapore y aprovechar de esta forma el efecto enfriador de la evaporación. Puede que se trate de un sistema de defensa ante episodios de calor extremo en su medio ambiente, pero se parece mucho al funcionamiento del sudor en el ser humano. En la fotosíntesis, las plantas también necesitan agua para desprender oxígeno.