Gente
El otoño que nos amenaza
Esta semana terminan mis vacaciones. Siempre da algo de tristeza despedirse de mi época favorita del año, pero también estoy deseando incorporarme a una vida más activa, dado la cantidad de acontecimientos muy preocupantes que están sucediendo. Aunque quisiera no puedo despedirme de las crónicas de verano de una forma frívola. Me gustaría preguntarles a todos ustedes si consideran necesario que, en un momento con el tremendo problema de división en España como el que estamos viendo en Cataluña, sin respetar la democracia ni los mínimos derechos de los que no piensan como ellos, un gobierno recién llegado sin que nadie les haya votado, con una moción de censura apoyada por partidos a los que nuestra nación les importa un comino, es oportuno priorizar el tema de la exhumación de Franco cuando lo que se tendría que hacer es pacificar. Que dejen en paz a los muertos y el señor Sánchez se dedique a gobernar. Lo único que ha hecho es viajar en un avión que pagamos todos para ver conciertos, irse de vacaciones y crear problemas. Ni una sola idea para que los españoles vivan mejor y tengan una educación excelente. De paso, que baje los impuestos, pues subirlos es la única forma de gobierno que se le ocurre para mantener el enorme gasto público de asesores, aviones, inmigrantes ilegales, etc. En referencia a los lazos amarillos, mi opinión es que las calles de Cataluña son de todas las personas que allí viven, pero los independentistas, que no conocen la palabra democracia, se han apropiado de ellas. Una de las formas es inundar de lazos amarillos cualquier lugar: calles, playas, balcones, y de la misma forma que ellos los ponen otros ciudadanos, con los mismos derechos, los quitan. Hay que ser muy irresponsable y mala gente para que un gobierno como el que preside Torra contemple impasible cómo su pueblo y sus gentes se están enfrentando hasta no sabemos qué límites. La historia los juzgará. Por cierto, me han enviado un vídeo de Don Juan Carlos durante una entrevista a la televisión francesa en la que dice: «Franco cuando estaba muriéndose me cogió la mano y solo me pidió una cosa, que preservase la unidad de España». Franco conocía muy bien cuáles eran los demonios que habían asolado a este país.
Otro tema que levanta ampollas es quitar la Santa Misa de los domingos de TVE. Una televisión que pagamos todos. Esa misa reconforta a muchísimas personas mayores y otras enfermas que no pueden salir de su casa o están en hospitales. Recuerdo a mi madre, cuando ya estaba mal, que siempre conectaba la televisión para poder seguirla. Sería una medida totalmente innecesaria y mucho más teniendo la mayor cuota de pantalla de la segunda cadena. Hay personas que parecen olvidar que España y Occidente son países cristianos y nosotros con gran mayoría de católicos. Algunos partidos como Podemos tienen fobia a la Iglesia. Ellos pueden ser ateos, anticlericales y lo que les dé la gana, pero que nos dejen en paz a la gran mayoría que no lo somos. Quiero terminar con unas palabras de Napoleón Bonaparte: «Vengarse de un muerto es una cobardía. Desenterrar a un muerto que pertenece a la historia es histerismo e impotencia».
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