La segunda vida de un neumático

Su destino depende de las condiciones en las que esté: si puede venderse en el mercado o si está inservible y hay que reciclarlo,

Toca pasar por el taller. Ha llegado el momento de decir adiós a los neumáticos de tu coche después de unos 40.000 kilómetros. Pero su uso no termina aquí. Los tres componentes de un neumático son 100% reciclables; tienen una segunda vida. Según el Sistema Integrado de Gestión de Neumáticos Usados, Signus, en 2017 se reciclaron 166.099 toneladas de neumáticos. Gracias a su tratamiento, se aprovecharon 90.000 toneladas de su material. Un gestor autorizado recoge el neumático que has dejado en el taller y decide su destino. Primero resuelve si está en buenas condiciones y puede venderse en el mercado de ocasión como segunda mano o si es inservible y hay que reciclarlo. En este segundo caso, termina en una centro de transformación para su clasificación y reciclaje. Allí se trata y se separan sus componentes.

El proceso de reciclado de un neumático es el siguiente: se mete en la trituradora para reducirlo a trozos pequeños y después se granula. Es en esta fase de granulado cuando se separan sus tres componentes: el caucho, la fibra de acero, mediante electroimanes y la fibra textil, a través de la aspiración. El acero extraído es de muy buena calidad y se lleva a la industria siderúrgica. La fibra textil se utiliza como combustible sólido recuperado porque tiene un alto poder calórico. El caucho es el material que tiene más usos y se granula a distintos tamaños dependiendo de su próximo destino.

El polvo fino se utiliza como asfalto para carreteras. Es un material muy eficiente para reducir las grietas de las calzadas, que ganan también en seguridad porque el caucho tiene propiedades que permite que el agua drene mejor.

El granulado de hasta 2 milímetros se destina a relleno para césped artificial. Gracias al caucho, los campos de fútbol y otras instalaciones son más cómodas y seguras y supone un importante ahorro en el consumo de agua.

Los suelos de parques infantiles se fabrican a partir del caucho granulado de 2 a 4 milímetros. Una de las ventajas de poner este material en los lugares de juego de los niños es que es una superficie blanda y recia que amortigua las posibles caídas. Es más seguro para los niños. Además, es un suelo más higiénico que, por ejemplo, el de arena, en el que resulta difícil limpiar los posibles desechos que se generan en un parque.

El caucho que se granula con un tamaño de más de 4 milímetros sirve para hacer barreras acústicas que amortiguan ruidos o vibraciones.

Estos son los principales destinos del caucho reciclado del neumático, pero sus usos van más allá: puedes encontrarlo en las suelas de tus chanclas de piscina, en la funda de tu móvil o en una camiseta. La segunda vida de un neumático es muy variada.

La Vuelta Ciclista, comprometida con la recogida de residuos

Varios voluntarios ambientales recogerán residuos abandonados a lo largo de la competición y durante 2 kilómetros. Se trata de una acción enmarcada dentro de la campaña «Recicla vidrio y pedalea» que Ecovidrio y la Vuelta lanzan por cuarto año consecutivo. El objetivo de esta acción es concienciar de la importancia del cuidado del medio ambiente y luchar por reducir el abandono de residuos en la naturaleza. La recogida se realizará en localidades de cinco Comunidades Autónomas. «Desde la Vuelta, al ser el ciclismo un deporte que se disfruta principalmente en el medio natural, estamos muy concienciados con el problema del abandono de residuos en la naturaleza y no podemos pensar en un aliado mejor que Ecovidrio para luchar contra este tema global», asegura Javier Guillén, director general de la Vuelta Ciclista a España. Además, hasta 40 municipios se han unido a la campaña «Recicla vidrio y pedalea» y pondrán contenedores especiales para reciclar en sus localidades. Los trofeos que reciban los ganadores serán de vidrio reciclado por los vecinos y recogido en dichos contenedores.