Opinión

El lujo silencioso, subtitulado

Llega un cambio de armario donde ya no hay cabida para logos ostentosos. Los que pueden siguen comprando calidad, pero sin anunciarlo, ni taguear la marca en sus posts.

Ana Ureña, directora del Suplemento LifeStyle de La Razón
Ana Ureña, directora del Suplemento LifeStyle de La RazónLa RazónLa Razón

Si el lujo se ha vuelto mudo, como el cine de los años 20, lo que vamos a necesitar son subtítulos. Os expongo la teoría: con la eminente recesión llega un cambio de armario donde ya no hay cabida para logos ostentosos. Los que pueden siguen comprando calidad, pero sin anunciarlo, ni taguear la marca en sus posts. La clave es la discreción y el no aparentar, lo que se conoce como lujo silencioso. Para ello, entre sus marcas de cabecera, Loro Piana, Hermès, Tod’s, The Row, pero también las opciones sin CC de Chanel, las prendas sin Toile de Jouy de Dior y los modelos de bolsos desconocidos –por el gran público– de Bottega Veneta.

Foto del IG de Kylie Jenner, bajo el efecto beigeficación
Foto del IG de Kylie Jenner, bajo el efecto beigeficaciónLifestyle

Como indicador clave del cambio de paradigma fashionista, el caso de la beigeficación de Kylie Jenner. Se entiende por beigeficación cuando un individuo se pasa a un look más neutro, sin estridencias y con un Pantone donde prima el beige. Como referencia, la santa patrona de esta tendencia: Sofia Richie, hija del cantante Lionel Richie y nueva it girl del momento. Volviendo al caso de la conversión de la pequeña de las Kardashian, al principio pensamos que su repentino cambio de estilo se debía a un viaje a París en el que se impregnó de esa nonchalance francesa y descubrió las míticas bailarinas de Chanel. Pero cuando sus seguidores vieron que las seguía usando una vez de vuelta en su hábitat natural de Calabasas, Los Ángeles, saltaron todas las alarmas. Y cuando subió un Story diciendo que su bolso preferido del momento era el modelo poco conocido Andiamo de Bottega Veneta, ya no había vuelta atrás.

¿Si una Kardashian se pasa al lado beige de la moda, la seguirán todas? ¿Y qué sucederá cuando nos cueste identificar las marcas de lo que llevan encima por la falta de logotipos? ¿Los tours de los armarios de las celebrities pasarán a la historia? Son muchas las incógnitas.

Chiara Ferragni, delante de su armario
Chiara Ferragni, delante de su armarioLiafestyle

Igual les resulta más cómodo no tener que enseñar el ajuar para dejar de sufrir la ira de sus seguidores, como le pasó hace poco a Chiara Ferragni. El ropero de la influencer italiana está a un tris de ser candidato al programa Enterrado en mi basura de personas con síndrome de Diógenes, ella, en versión fashionista. En los comentarios la acribillaron diciendo que no cuidaba sus bolsos de lujo y que el no darles valor era una falta de respeto.

Las gemelas Olsen con sus bolsos de uso diario
Las gemelas Olsen con sus bolsos de uso diarioLifestyle

Les faltó añadir… cuando hay gente que muere de hambre. En su defensa, son sus bolsos y que haga lo que considere con ellos. Pero entonces la jauría empezó a dudar de la autenticidad de la mercancía. Que se lo digan a las gemelas Olsen, que llevan años machacando sus Kelly de Hermès por Nueva York. No hay nada de malo en usar un bolso. Es más, el usar un bolso, como bolso, denota 1) que te lo puedes permitir y 2) que no lo vas a revender en Vestiaire Collective. Es que en moda no todos hablamos el mismo idioma. Ese es el siguiente dilema. Porque por mucho subtítulo que le pongamos al lujo, algunos se quedan Lost in Translation.