Casas reales
Amalia de Holanda rinde homenaje a su madre (y a su abuela) con un vestido histórico que une tres generaciones
La Princesa de Orange rescata una de las piezas más icónicas del armario real neerlandés, un diseño que en su día lucieron tanto la Reina Máxima como la Princesa Beatriz
La Familia Real de los Países Bajos protagonizó uno de los momentos más especiales del año durante la Celebración Nacional del 750 aniversario de Ámsterdam, un acto cargado de simbolismo que reunió al Rey Guillermo Alejandro, la Reina Máxima y la Princesa Amalia.
El evento no solo conmemoraba una fecha clave para la capital neerlandesa, sino que también sirvió para reflejar la unión de tres generaciones de la monarquía holandesa. Sin embargo, más allá del carácter institucional, fue el look de la heredera al trono el que concentró todas las miradas.
El vestido verde con historia que conecta a tres mujeres reales
Amalia de Holanda deslumbró con un vestido verde decorado con lentejuelas y plumas de avestruz, un diseño confeccionado en 1981 por la modista Theresia Vreugdenhil para la entonces reina Beatriz de Holanda. La pieza fue estrenada durante una visita oficial a Bélgica, y pronto se convirtió en uno de los diseños más emblemáticos del armario de la monarca.
Décadas más tarde, la Reina Máxima recuperó este mismo vestido en distintas ocasiones, como el Día Nacional de la Liberación de 2014, cuando lo actualizó con un cinturón fino para resaltar la cintura y un ligero corte en el bajo que aportaba un aire más moderno.
Ahora, Amalia de Holanda lo ha vuelto a lucir en 2025, confirmando que las joyas de la moda real no solo son atemporales, sino también una forma de rendir tributo familiar. La joven lo combinó con un abrigo negro largo, pendientes de caída y un clutch a juego, logrando un equilibrio perfecto entre elegancia clásica y frescura juvenil.
La Reina Máxima, elegancia burdeos y sofisticación absoluta
A su lado, la Reina Máxima apostó por un conjunto en tonos burdeos, compuesto por un vestido fluido y una capa del mismo tejido que aportaban movimiento y sobriedad. Fiel a su estilo, completó su look con un collar dorado XXL, un bolso de mano coordinado y zapatos oscuros, reafirmando su dominio del color y su capacidad para brillar sin robar protagonismo.
Ambas demostraron que la moda puede ser un lenguaje emocional, capaz de transmitir continuidad, respeto y una identidad común. Madre e hija compartieron protagonismo con naturalidad, evidenciando la armonía que caracteriza a la Familia Real neerlandesa.
Un cierre simbólico para una noche llena de historia
La jornada culminó con un gesto cargado de significado: el Rey Guillermo Alejandro encendió simbólicamente el faro de Ámsterdam como colofón del evento. Este acto puso el broche final a una velada en la que tradición, historia y moda se dieron la mano.
El homenaje de Amalia a su abuela, la princesa Beatriz, no se limitó al terreno estilístico. También recordó el vínculo familiar que la une a sus raíces: su nombre completo, Catharina-Amalia Beatrix Carmen Victoria, incluye un guiño tanto a su abuela paterna, la entonces reina Beatriz, como a su abuela materna, Carmen Cerruti.
Con este gesto, la heredera no solo demostró su elegancia y madurez, sino también su compromiso con la historia de su familia y con el legado que algún día representará como reina. Un look heredado, tres generaciones unidas y un claro mensaje: en la moda real, los símbolos nunca pasan de moda.