Cosmética

El nuevo perfume de Lancôme que huele a vainilla y a pastelería francesa

Para las amantes de la vainilla, Lancôme reinventa su perfume icónico con su creación más dulce: una fragancia con corazón de almizcle que promete transformarse de forma única y sensual sobre cada piel

Este es el motivo por el que los endocrinos desaconsejan echarse el perfume en el cuello
Este es el motivo por el que los endocrinos desaconsejan echarse el perfume en el cuelloPixabay

La confianza de Lancôme en su última creación es tal que ha decidido ofrecer muestras gratuitas para que cada persona pueda comprobar su efecto en la propia piel. La casa francesa no ha lanzado simplemente un perfume, sino una experiencia olfativa diseñada para ser única en cada individuo. Se trata de "La vie est belle Vanille Nude", una propuesta que rompe con la idea de un aroma estático y se adentra en el terreno de las fragancias que se transforman.

De hecho, el secreto de esta personalización reside en una formulación que muta sutilmente con el paso de los minutos. Sus artífices, los maestros perfumistas Anne Flipo y Dominique Ropion, han diseñado una composición que reacciona al calor de la piel, liberando matices distintos y personales en función de quien la lleva. Este carácter evolutivo convierte al perfume en un sello de identidad, en una estela que va más allá de un simple accesorio.

En este sentido, la fragancia se presenta como una reinterpretación más cálida y envolvente de un clásico de la firma, explorando una faceta más íntima y sensual. La idea es rendir un homenaje a uno de los ingredientes más venerados de la alta perfumería, la vainilla, creando lo que tal y como han publicado en Vogue, es una estela distintiva y profundamente personal para la mujer que la elige.

Una arquitectura olfativa centrada en la vainilla

La propia firma ha descrito este lanzamiento como su perfume más dulce hasta la fecha, un hito relevante en su extenso catálogo. La gran novedad de su estructura aromática es que se trata de la primera fragancia de la marca construida sobre un corazón que fusiona la vainilla con el almizcle. Su composición se apoya en tres pilares: una cremosa infusión de Vainilla Bourbon de Madagascar, el toque floral del jazmín y la delicadeza del almizcle blanco, que le confiere un acabado limpio y empolvado.

Por otro lado, la experiencia sensorial se completa con una durabilidad excelente. El perfume mantiene una intensidad notable durante horas, proyectando su estela con mayor fuerza durante las primeras cinco tras su aplicación. A partir de ese momento, el aroma evoluciona hacia un registro más discreto y cercano a la piel, pero sin desvanecerse, acompañando a lo largo de toda la jornada como una segunda piel.