Los trucos de una musa

Más de una firmaríamos por llegar a los 72 años como Naty Abascal. Posee una genética muy buena y una complexión estupenda, alta y delgada. Pero tiene una melliza que no ha envejecido ni mucho menos como ella, lo que quiere decir que la genética no lo es todo, y que los hábitos, la alimentación y el ejercicio físico influyen más de lo que creemos. ¿Cuáles son, entonces, sus secretos?

Su regreso al mundo de la moda, su auténtica pasión, ha influido, lo que demuestra que permanecer activos nos mantiene jóvenes. En segundo lugar, su afición al deporte. El ejercicio físico es básico para mantener la figura y la salud.

La alimentación ocupa también un lugar fundamental. Sólo come alimentos biológicos. Según la doctora Elena Soria, nutricionista de Clínica Menorca, «los biológicos son mucho más ricos en antioxidantes y tienen menor cantidad de metales pesados y pesticidas». Además, no bebe agua del grifo, no come carne, sino pescado, y bebe el zumo de medio limón con agua templada nada más levantarse.

Además, cada semana acude a Maribel Yébenes, donde le realizan distintos tratamientos a base de retinol, ácido glicólico y vitamina C, que se aplica tanto en cremas, como en peelings e intradérmicamente con mesoterapia. En el tercio superior del rostro suaviza las arrugas con toxina botulínica tipo A y, para eludir la flacidez, recurre a la bioplastia, es decir, rellenos con ácido hialurónico e hilos tensores PDo o polidioxanona, la última gran revolución en medicina estética.