Esperanza Aguirre
Belenes Vivientes
Hay verdaderas obras de arte en iglesias, conventos, bancos y fundaciones y muchos nacimientos tienen una parte social
Hay verdaderas obras de arte en iglesias, conventos, bancos y fundaciones y muchos nacimientos tienen una parte social
Una costumbre que también se va perdiendo en las navidades es la de los belenes vivientes. Yo mismo en mis tiempos con María Teresa Campos, que como andaluza es muy de festejar las navidades –por tanto, en su programa se dedicaba un día a montar un belén en el que participábamos todos los colaboradores–, personalmente hice una vez de San José y otra de Rey Mago. Me encarné en el mismísimo Baltasar. Otros años tuve papeles de menos protagonismo. Pero al igual que la Campos, los distintos medios también solían hacer algo parecido. Por eso yo quisiera proponerles un nacimiento con personajes del momento. Para el papel de Estrella de Oriente, Susana Díaz– todo apunta a que será la estrella que alumbre los nuevos caminos del PSOE, a esperar que no sea estrella fugaz–; la Virgen María la haría muy bien Patricia Rato –es mujer que siempre parece que esta recién salida del cielo o a punto de entrar en él–; San José, quién mejor que Iniesta –además de representar al deporte rey, es persona de gran éxito, pero como el bueno del padre en la tierra del Señor, es persona discreta, de las que prefieren el segundo plano–; el protagonista de esta representación es el niño Jesús –Íñigo Errejón sería el ideal, si no estuviera dedicado a la religión podemita, es una entrega en cuerpo, que en esa creencia el alma no existe–. El trío la, la, la de esta historia son los Reyes Magos. Cristiano Ronaldo, con túnica dorada y portando su balón de oro. El presidente Rajoy, con el incienso, que ha pasado un año en el que ha tenido que recurrir mucho al humo. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, sería el que traiga la mirra, ya saben una resina, que se encuentra principalmente en ciertos países árabes, y sabido es que un político con esa responsabilidad tiene que estar muy pendiente de los olores que vengan del mundo musulmán. El mulo se lo ha ganado a pulso el líder de los republicanos catalanes, Oriol Junquera, menudo mulo nos ha tocado. El buey lo representará como nadie Kiko Rivera, que además sus raps parecen mugidos. El caganet –haciendo homenaje a la tradición catalana– lo tiene ganado a pulso el honorable Arturo Mas, que ha sido el encargado de cagarla y poner a Cataluña como una olla exprés en plena ebullición. Que menos que tres pastoras para un portal que se precie. Soraya Sáenz de Santamaría es inevitable, pastorea como nadie al Gobierno y a muchos diputados en el Congreso. Teresa Rodríguez, que podía haber sido la ovejita lucera y ha roto en la díscola que siempre anda por los cerros de Belén. Ante las presiones y la insistencia, Esperanza Aguirre, que quería como fuera un papel en este reparto, aunque fuese un cameo, representa a la oveja tercera. Reconozco que con toda razón los protagonistas de «Sálvame» también piden su cuota en este belén, que no es el de la Esteban, pero que copa todas las portadas. La única que resiste es la de «¡Hola!». El día que esa fortaleza caiga, ya sí que podremos afirmar que el cambio ha llegado.
Ahora sin guasa ninguna, sí les quiero recomendar que dediquen una mañana o una tarde a recorrer los magníficos belenes que pueden disfrutar en iglesias, conventos, bancos, fundaciones... Hay verdaderas obras de arte, además muchos tienen una parte social. Egoístamente –no me explico por qué el egoísmo está tan mal visto–, les aseguro que cuanto más den en una de estas visitas, más recibirán. Es una especie de ley navideña. Por cierto, si no les gusta la decoración de la plaza del Salvador –a mí tampoco–, disfruten de otras plazas y calles que están estupendas, incluso no dejen de tomarse unas copas, eso sí, acompañadas de unas buenas tapas, en el Salvador , que tampoco hay que tomarse una «inrritación» colectiva por una especie de árbol con bombillas, manifiestamente mejorable. Consejo oído en la citada plaza, para librarse de gorrones que, en esta época de bondad obligada, proliferan: «Gallina que no pone huevo y amigo que no da, no valen ‘pa na’». Autor, Curro Romero.
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