Díaz pide «mesura» en el debate del fajín de Franco en el Baratillo

Insta a los cofrades a aplicar el «sentido común» y reclama el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica para evitar la «desunión»

La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, se sumó ayer al debate en torno al fajín de Franco que porta la Virgen de la Caridad de la hermandad del Baratillo de Sevilla, apelando a la «mesura» y al cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Así lo aseguró durante su visita al municipio sevillano de El Palmar de Troya, donde reconoció que ella es muy cofrade y que la dolorosa de la cofradía del Miércoles Santo le parece una «grandísima imagen». De hecho, el año pasado contempló esta procesión por las calles de la capital hispalense.

No obstante, instó en este asunto a aplicar el «sentido común» para que se evite la «desunión» y el «enfrentamiento entre quienes forman parte de las hermandades». Junto a ello, agregó que esta polémica le recuerda mucho al debate sobre el general franquista Queipo de Llano y la Macarena, en cuya basílica reposan sus restos.

Fueron los representantes de la asociación «Sociedad Andaluza de Juristas 17 de marzo» los que interpusieron una denuncia ante la Fiscalía contra la hermandad del Baratillo tras verificar que la dolorosa porta un fajín de Franco, donado por la hija del dictador, Carmen Franco, en el año 2000. A juicio del colectivo, la exhibición pública de esta prenda «viene expresamente prohibida por el artículo 510.1 del Código Penal», que recoge penas de prisión para quien «públicamente niegue, trivialice gravemente o enaltezca los delitos de genocidio, de lesa humanidad o contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, o enaltezcan a sus autores, cuando se hubieran cometido contra un grupo o una parte del mismo, o contra una persona determinada por razón de su pertenencia al mismo, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias».

Del mismo modo, la denuncia apunta que debe entenderse por enaltecimiento la exhibición pública «en lugar del máximo honor» de una prenda militar que será «paseada por la ciudad» como objeto de «suprema devoción», por lo que el tipo penal se cumple «al pertenecer dicha prenda al dictador que accedió ilegítimamente al poder a raíz del golpe de Estado de 1936, así que debe entenderse que el enaltecimiento se refiere al autor de numerosos delitos de lesa humanidad, cometidos con ocasión de un conflicto armado contra numerosas personas en razón de su ideología, religión o creencias».

Asimismo, la asociación añade que la exhibición del fajín «no forma parte de las opciones religiosas de la hermandad, cuyo objeto social se centra en el culto a unas imágenes» y, en esa línea, agrega que «la inclusión de elementos de apología del autor de un delito de lesa humanidad no guarda ninguna relación con las creencias religiosas».