Sevilla

El 15-M llega a VOX

Han entendido que de bravuconadas, exabruptos y golpes en la mesa no se sobrevive en política

Serrano (i) junto a Santiago Abascal, líder nacional de Vox, en una rueda de prensa / Foto: Manuel Olmedo
Serrano (i) junto a Santiago Abascal, líder nacional de Vox, en una rueda de prensa / Foto: Manuel Olmedolarazon

Han entendido que de bravuconadas, exabruptos y golpes en la mesa no se sobrevive en política

El juez Serrano se retira de la vida política después de sus declaraciones apócrifas sobre la sentencia a «La Manada». Otra baja más en los escaños del Parlamento que se suma a la de Maíllo y a la de Susana Díaz, que sin decir que se ha marchado, deja el asiento vacío cada dos por tres. La cara de Vox en Andalucía da un paso atrás por el «linchamiento» al que ha sido sometido. «No somos de piedra», ni él ni su familia, ha dicho para describir los efectos de las críticas a sus consideraciones respecto a la condena por violación para los cinco sevillanos. No me digan ahora que en Vox hay también «derechitas cobardes» que se amilanan a la media torta, al cuarto de hora de partido, porque les zarandea la opinión pública y les dan un capón desde arriba. Serrano se baja del caballo de Abascal, se quita el yelmo, coge las de Villadiego, le entra una ansiedad mortal y da un portazo al primer zafarrancho. A la imagen estrella del partido que mantiene al PP y a Cs en San Telmo le han puesto un trapo por encima para que no la vean, lo han mandado al salón de pensar porque ya saben los gerifaltes que los votos se pierden con mayor facilidad que se ganan y porque la salida de tono resta más que suma. Por eso le han puesto un bozal al magistrado, han entendido que de bravuconadas, exabruptos y golpes en la mesa no se sobrevive en política. Alejandro Hernández, que dirige bien el barco, toma partido y desplaza a la imagen icónica de la lucha contra las políticas de género y la tiranía feminista; las grandes pesadillas contra las que Serrano ha luchado estos años. Le ha salido un 15-M a Vox con coro de fondo: «¡Que no nos representa, que no, que no nos representa!», sin necesidad de Puerta del Sol ni pancartas. Además, después de lanzar la piedra escondió la mano acusando a un «colaborador» de las sandeces sobre el sexo gratis y la prostitución que escribió. Eso en Vox no se hace, por Dios, nada de cobardías, pero no todo es tan malo para el juez: podría recibir medio millón de euros de indemnización por haberlo apartado de la magistratura, un despacho boyante y las playas de Sanlúcar adoban ya la previsible despedida de Serrano de la política regional.