Emprendedores

El ex socio de Fitonovo que renunció al contrato millonario: «Había cosas que no nos interesaban»

Rafael González Palomo, fundador y propietario de la compañía eje de «Madeja», admitió en su día pagos a un alto cargo socialista
Rafael González Palomo, fundador y propietario de la compañía eje de «Madeja», admitió en su día pagos a un alto cargo socialistalarazon

«No era tan buen negocio. Se presentaron demasiadas mejoras, no tenía rentabilidad ninguna y sí muchos riesgos». El «negocio» al que se refiere Alberto Lorca, empresario y ex socio del imputado en la «Operación Madeja» Rafael González Palomo a través de Fitonovo, es uno de los cotizados lotes de mantenimiento de los parques de Sevilla. En concreto, la unión temporal de empresas (UTE) que formó con la compañía investigada por supuestos sobornos a altos cargos y funcionarios municipales se encarga del cuidado de zonas verdes de los distritos Norte y San Pablo-Santa Justa de Sevilla. Una labor por la que percibirá 10,4 millones de euros hasta 2016.

En teoría, un trabajo goloso que el propietario único de Limpiezas Lorca no dudó en rechazar a posteriori. Según admitió él mismo a LA RAZÓN, «vendimos las participaciones al poco tiempo» de cerrarse el contrato, en concreto un mes después, en noviembre de 2012. «Participamos en la organización y poco más. Fitonovo lo gestiona entero», asegura.

Según su propio relato, «mandos intermedios» de ambas compañías asumieron la redacción de la oferta, aunque matiza que la participación de su personal se limitó a ejercer «de apoyo administrativo». De esta forma, y una vez conseguido el objetivo del cuantioso encargo, Lorca tomó la decisión de retirarse y ceder a su socio la práctica totalidad de las participaciones, a excepción de un 1% testimonial que sirvió para evitar la disolución de la UTE. La operación, mantiene, no supuso ningún beneficio para él al pactarse la salida «por un precio simbólico».

Una decisión que, a priori, iría en contra de sus intereses empresariales. «Fue también por motivos personales –aduce–. No veíamos el negocio, no estábamos de acuerdo porque había cosas que no nos interesaban». Entre esas «cosas», niega que se encontraran los posibles delitos que investiga la juez del Instrucción número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, y por los que permanece en prisión el administrador único de Fitonovo e hijo de los fundadores, José Antonio González Baró. «No teníamos conocimiento en absoluto» de que se produjeran, asevera.

El responsable de esta compañía de unos 900 trabajadores, fundada en 1.997 y con sede en Sevilla, contactó con Fitonovo porque era uno de sus proveedores. Es la encargada de la limpieza de sus instalaciones, tarea que continúa desarrollando a día de hoy, según confirmó a este periódico. Su relación mercantil se fortaleció a raíz de la licitación del contrato para el cuidado de los parques. Pese a su dilatada experiencia en ese ámbito, González Palomo optó por ofrecer a Lorca una asociación desigual –el reparto fue 80-20 por ciento– teniendo en cuenta que ya había desarrollado esa labor previamente en solitario. «Somos proveedores de ellos y me comentaron el tema; en un principio lo vi y luego no lo vi», resume para explicar una retirada que «me ha ocasionado un montón de gastos en seguros de responsabilidad social y papeleos». En este sentido, niega que llegara a recibir pagos por parte del Ayuntamiento de Sevilla porque, según admite, «no llegamos a ejecutar prácticamente nada» de los trabajos comprometidos.

Precisamente las mejoras respecto a las condiciones de licitación son uno de los puntos fuertes de Fitonovo, que suele apostar en sus ofertas en concursos públicos por incrementar notablemente las prestaciones. Ese extremo, unido a las considerables rebajas de los costes, es fundamental para explicar los cuantiosos contratos que la compañía se ha adjudicado de diversas administraciones públicas. Esta línea sería una de las que estaría investigando la juez dentro de la «Operación Madeja», dado que existen sospechas de connivencia con funcionarios municipales para obviar determinados incumplimientos, con el consiguiente ahorro que implicaría para la concesionaria en cuestión.

Solo durante los dos años de mandato de Juan Ignacio Zoido en la capital, Fitonovo se ha garantizado unos ingresos de las arcas municipales por encima de los 12 millones de euros.