Turismo
Esto sí que es canela y azúcar
Que cantaba Juanita Reina; y es que todo lo que rodea a la Semana Santa tiene esos sabores, esos olores. Se preguntarán a qué viene, con estos calores, ponerse de jartible como si estuviéramos en Cuaresma. Tiene su explicación, primero fue el nombramiento por primera vez de una pregonera, que tenemos unas elecciones para presidir el consejo de cofradías a la vuelta de la esquina. El lunes leía el nuevo proyecto para la carrera oficial que ha presentado Regina Montero. Me parece estupendo que personas con gran preparación aporten sus ideas, pero sigo pensando, en mi calidad de capillita de muy largo recorrido, que salvo acciones puntuales, cuanto menos se toquen los recorridos, mejor. Una de las cuestiones que más se recalcan es la seguridad. Siempre debe ser un objetivo, pero tampoco en aras de la seguridad se puede sacrificar todo, perderíamos nuestra vida. Es como si se decretara un toque de queda diario. Pero ahora entremos en el recorrido, comienzo carrera oficial: Paseo de Colón, a la altura del puente de Triana. Este espacio es ideal para un desfile, para un maratón. Efectivamente se podrían aumentar 3.000 sillas. ¿Pero se contemplan los infinitos bares de copas? Las siete tribunas que se contemplan, más las 40.000 sillas, bloquearían para el tráfico 8 días una de las arterias principales de la ciudad. Los accesos de las cofradías tienen su aquél. Sobre todas las cosas, desde el lado más personal y egoísta, las miles de personas para las que nuestra Semana Santa es lo más grande, tenemos al menos 100 lugares claves en los recorridos, que desaparecerían. Ponte a esta edad, me refiero a la mía, a encontrar aunque sean 50 puntos con un encanto especial. Tengo dos cosas que pido siempre que oigo misa: que la Semana Santa siga tal como la he conocido desde que nací y que la Monarquía siga siendo la cúspide del Estado Español.
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