Sevilla

Etnocentrismo

Las aficiones de Betis y Sevilla durante un derbi / Foto: Efe
Las aficiones de Betis y Sevilla durante un derbi / Foto: Efelarazon

El ombliguismo andaluz, eso que los antropólogos han denominado de forma tradicional etnocentrismo, alcanzó su punto culminante en el invierno de 1991. Con el mundo angustiado por la expiración del ultimátum de Bush sénior a Saddam Hussein para que desocupase Kuwait, y el conflicto que vendría ante la segura negativa del dictador iraquí, Juan el Masa y Pepe el Peña, padres del cuarteto gaditano contemporáneo, asombraban al teatro Falla con el estribillo de ‘Tres notas musicales’: “Ay qué casualidad. Hay una guerra mundial. La gente no se entera de que estamos en Carnaval”. (...). El próximo 10 de noviembre, España vivirá sus cuartas elecciones legislativas en menos de cuatro años, considerando que el bucle comenzó el domingo 20 de diciembre de 2015. Apenas confirmada la convocatoria por las primeras magistraturas del Estado –el Rey, la presidenta del Congreso y el presidente del Gobierno en funciones–, la prensa local se ha apresurado a recordar que, justamente, para esa víspera de la festividad de San Martín de Tours está prevista la celebración del Gran Derbi hispalense que disputan Betis y Sevilla. Ya ocurrió lo propio con los comicios referidos de 2015 cuando, sin embargo, se pudo adelantar el fútbol al sábado. No es posible este año, pues los sevillistas juegan el jueves anterior en Luxemburgo frente al todopoderoso Dudelange, lo que ya ha desatado el pánico entre quienes temen que cada duelo de rivalidad vecinal degenere en riña tumultuaria y quienes calculan el impacto en la tasa de abstención de un partido de alto riesgo. Todo sea por buscarle a la cosa ángulos distintos a la cruda realidad: estamos timoneados por una cuadrilla de irresponsables que no merecen ni el aire que respiran. Y lo seguiremos estando dentro de dos meses, gane quien gane en el Benito Villamarín.