Política

Andalucía

La niña de la Marina (mercante)

La consejera de Salud, Marina Álvarez / Foto: Manuel Olmedo
La consejera de Salud, Marina Álvarez / Foto: Manuel Olmedolarazon

Para celebrar el arranque de la campaña electoral, aquí-una-amiga nos ilustró con un scoop de los de antes, un nuevo episodio del interminable culebrón del socialismo andaluz sobre teoría y práctica, sobre todo práctica, del nepotismo: «Del hermano de Alfonso a la niña de Marina», podría titularse provisionalmente. Hasta la nueva entrega, que la habrá seguro. A esta muchacha, mira por dónde, no la han puesto a empujar un carrito con aceite como a la cuñada de la presidenta. Se conoce que los jóvenes Álvarez han salido, si no más espabilados, mejores estudiantes que la parentela de la mandamasa. Igual de tiesos están condenados a ser, eso sí, porque nuestra Consejería de Salud castiga a los médicos con salarios de hambre (sería interesante comparar los sueldos...) y no es descartable que la novel doctora abandone pronto la consulta para iniciarse en las mucho más lucrativas labores de gestión. Al albur de la noticia y de una encuesta subsiguiente, aquí-la-competencia titula que «nueve de cada diez andaluces ven enchufismo en la Junta». Sin, en realidad, acudir a lo mollar del dato. ¡Entrevisten inmediatamente a algún representante de ese seráfico diez por ciento! ¿Cómo es posible que un diezmo de nuestros conciudadanos no perciba el enchufismo de la Junta? Son más o menos los mismos que aseguran haber visto a Elvis Presley servir botellines en un chiringuito de Zahara, la mitad de los convencidos de que Santiago Abascal va a cargar lanza en ristre contra el bobby de cartón que tienen puesto en Gibraltar para que los turistas se hagan fotos y el doble de los que creen a Susana Díaz capaz de leer del tirón una carilla de pósit sin pedirle a ningún asesor que se lo resuma. Con ese porcentaje de ingenuos, si son adecuadamente adoctrinados, se podría obtener un grupo parlamentario.