Política

Andalucía

«La sociedad también necesita del colectivo de diversidad funcional»

La Fundación Antonio Guerrero se viste de largo con el «compromiso» de servir y proteger

Numerosas autoridades políticas de Sevilla y la comunidad acudieron a la presentación en sociedad en el Ateneo / Foto: Ke-Imagen
Numerosas autoridades políticas de Sevilla y la comunidad acudieron a la presentación en sociedad en el Ateneo / Foto: Ke-Imagenlarazon

«Oportunidad, esperanza y compromiso». Son los tres conceptos en los que se basa la Fundación Antonio Guerrero que ayer se presentó en sociedad y que tiene como reto fomentar e incrementar la calidad asistencial de las personas con trastornos del desarrollo y discapacidad y sus familias. «No quería este nombre, pero así se ha decidido y lo acepto con humildad, respeto y temor», admitió el presidente de esta nueva entidad sin ánimo de lucro, que hace poco más de tres años decidió dar un paso al frente y ser la voz de miles de familias que reclamaban una atención temprana de calidad para los menores por parte de la Administración. Desde aquel intenso mes de junio de 2015 su vida y la de Katy, su mujer, dio un giro total y completamente altruista. Numerosas autoridades políticas de Andalucía, de Sevilla, de la comunidad científica y, por supuesto, del colectivo familiar al que representa la plataforma original vivieron la puesta de largo oficial de la fundación.

Después de tres años de lucha por los derechos de los menores, Antonio Guerrero y su plataforma se lanzan con un proyecto muy ambicioso y que trata de dar respuesta a una pregunta que se hacen a diario las madres y padres de niños con Síndrome de Down, autismo, Asperger, parálisis cerebral, mutaciones genéticas...: «¿Qué será de él o de ella cuando yo no esté?». «Nos dimos cuenta de que había personas distintas, con necesidades distintas. Unas personas, los hijos e hijas, con trastornos en su desarrollo, y sus madres y padres, con necesidades de estabilidad emocional, certeza en el futuro y tranquilidad de espíritu», señaló en su discurso anoche.

Una de las reivindicaciones de la plataforma siempre ha sido que la atención a los niños no termine a los seis años porque a partir de esta edad «seguían teniendo los mismos trastornos y sus padres tenían las mismas angustias y ansiedades, los mismos miedos e incertidumbres», recordó Guerrero.

Talleres de familia, charlas en la universidad, presencia en comunidades de aprendizaje, convenios con colegios profesionales –el último, la mañana de ayer con el Colegio de Médicos de Sevilla– y muchas iniciativas más... La plataforma no se ha detenido jamás. Entre sus logros, conseguir que donde antes había una subvención, ahora haya un acuerdo marco; la reducción de la lista de espera, la evolución de un presupuesto de 8 a casi 30 millones de euros, aumento del número de sesiones mensuales... La Fundación que ahora ve la luz es un paso adelante más, el más ambicioso. «El colectivo de la diversidad funcional necesita de la sociedad, pero la sociedad también necesita del colectivo de diversidad funcional, ejemplo de superación, de lucha, de entrega, esfuerzos y sacrificios, la mayoría de estas personas no conocen los celos, la envidia o el rencor y tal vez, les demos, cada día, demasiadas razones para ser rencorosos o desconfiados... Entonces nos planteamos dar uno o varios pasos más allá», relató. «Constituimos una fundación asistencial, proteccionista, garantista de derechos, sin ánimo de lucro y con una fortísima vocación por la investigación. Y para todo eso necesitábamos un respaldo social. Si los municipios nos apoyan y ayudan, como hasta ahora, cediendo espacios para que esa red asistencial de residencias, centros de día, centros de educación y atención temprana, centros de formación y empleo, viviendas tuteladas vaya siendo una realidad, el continuo crecimiento está garantizado. Acudiremos y llamaremos a todas las puertas», concluyó Guerrero, que tiene una obsesión: ayudar a quien más lo necesita, y no va a parar.