Mario Vargas Llosa

Los últimos colores del año

La Razón
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Así es, ayer salieron las últimas revistas del año, salvo que la Reina de Inglaterra anunciara que se divorcia del duque de Edimburgo para contraer matrimonio con Alfonso Diez, duque viudo de Alba–escribo esto el día de los inocentes–, no hay posibilidad de una edición extraordinaria de las publicaciones «cardíacas». Pero sí ha existido un momento de ternura y amor sin posible comparación, digno de todas las portadas del universo. Éste se ha producido en Miami –Mayami para la genial Lola Flores–. Atentos a tan sublime acto: día de Navidad, la familia Preysler celebra gran comida como requiere el día. La tremenda humedad hace que algo tan poco glamouroso como el sudor asome a más de un rostro. El maquillaje se va descomponiendo. Algunas, algunos, están al borde de muerte en Venecia. La mesa está montada aristocráticamente, aunque falte algo de vida. A los postres, el marqués de Vargas Llosa se levanta. Copa de exquisito cristal de baccarat en mano conteniendo Champagne Rodederer cristal gran reserva y de pie se dirige a la familia con su hermosa oratoria. Hace saber a los hijos de Isabel que no teman, que su amor por ella es total, que va en serio, que la boda será inmediata. Gran revuelo. Todos ríen y brindan. Alguna de las maravillosas copas es víctima de la explosión de júbilo. Mamá ha vuelto a demostrar que ella no es mujer de líos, ella es de maridos. Algún mal pensado deslizó aquello de esperemos que sea el último, aunque nunca se sabe. Después de esta historia, poco puede interesar algo más. Pero las portadas están ahí, habrá que mirarlas. Hola!, como casi siempre, está en su nivel, un escalón más arriba que las otras. Posado con el siguiente titular: «Entramos en la fiesta del año con el Príncipe Carlos en su palacio escocés de Dumfries». Los que posan son la pareja del año, Isabel y Mario. Les acompañan Antonio Banderas y su chica, y Enrique Ponce y Paloma Cuevas –ella de mayor siempre quiso ser Preysler II, pero se ha hecho madura sin conseguirlo–. Lo cierto que el grupo parece que está en la fiesta de fin de año del conde Drácula, algo siniestro aletea. Si quieren saber más tendrán que comprarlas, no hay sitio para más. Feliz fin de año y mejor 2017.