Política

Andalucía

Mercadona colabora con Regina Mundi, centro que trabaja por una vida mejor

La empresa dona diariamente a la casa, en la que viven 26 discapacitados, productos frescos aptos para el consumo pero no para la venta

Un repartidor de Mercadona realiza la entrega diaria al centro Regina Mundi / Foto: Ke-Imagen
Un repartidor de Mercadona realiza la entrega diaria al centro Regina Mundi / Foto: Ke-Imagenlarazon

El centro Regina Mundi, de la institución benéfica del Sagrado Corazón de Jesús, no es una mera residencia para personas con discapacidad. Es un hogar en el que las tres hermanas que lo regentan, las 26 personas acogidas, los 12 profesionales que las atienden y los casi 300 voluntarios que colaboran conforman una familia para dar calor a los que menos tienen. La residencia se alza sobre el denominado cerro de los Sagrados Corazones, junto a la estación de metro de San Juan Bajo y a los pies del Aljarafe sevillano. Sus amplios jardines, donde el silencio contrasta con el bullicio de la estación del suburbano y de los centros comerciales cercanos, dan la bienvenida a un edificio que sigue conservando su sabor antiguo. De hecho, era un chalet de verano de una familia que residía en el Patio de Banderas de la capital hispalense. Comenzó a funcionar como residencia en 1954, cuando la Iglesia proclamó la realeza de María. De hecho, es el único centro de la orden con nombre propio.

Tal y como explica la hermana superiora, Elisa Salgado, asisten a personas con discapacidades severas que, además, no tienen familia o, si la tienen, no pueden atenderlos de la mejor manera. Algunas de las dolencias más comunes son parálisis e ictus.

El perfil de los acogidos es de lo más variado. Hay personas que llevan toda la vida allí, que han crecido y se han convertido en ancianos al calor de las hermanas y de la solidaridad de una ciudad que nunca ha dejado solo al colectivo. También hay inmigrantes que han enfermado y esta casa se ha convertido en su hogar. «Aquí están los que no tienen nada», asegura Salgado, una religiosa del sevillano barrio del Tardón que habla como nadie el idioma de los afectos.

Salgado enumera la ingente cantidad de voluntarios que acuden diariamente a apoyar a los acogidos. Los fines de semana van jóvenes de diferentes colegios y parroquias a pasearlos, jugar y ayudarlos en lo que necesiten. Los lunes son los universitarios los que realizan estas labores. También hay voluntarios de cocina y diferentes profesionales que colaboran en distintos ámbitos, como médicos y abogados. En cuanto a la plantilla, hay auxiliares de enfermería, limpiadoras, una psicóloga y un fisioterapeuta.

Salgado deja claro que la congregación vive «de la providencia», así que el centro no recibe ayudas públicas. Se mantiene con los donativos que recibe y la solidaridad de empresas y particulares. Además, subraya, «nunca hemos dejado de pagar ni una nómina».

Una de las empresas que se acaba de sumar a esta particular familia es Mercadona. Un repartidor del supermercado del centro comercial Alavera, antes de abordar el reparto habitual, llega cada día sobre las 9:00 horas al centro en furgoneta para donar alimentos frescos aptos para el consumo pero no para la venta. Se trata de productos que tienen algún desperfecto en los envases o se retiran del lineal de venta por la política de la compañía de retirar los productos frescos unos días antes de la fecha de caducidad marcada, puesto que los clientes deben disponer de varios días para su consumo.

Desde verdura variada, como tomates, acelgas y zanahorias, hasta ensaladas envasadas. También carne y frutas, incluso bollería. Todo llega cada día de forma puntual para que la cocina esté bien surtida. Luego, las hermanas van administrando los productos, congelando lo que puede esperar.

Si no fuera por esta ayuda «fundamental tendríamos muchos más gastos», señala Salgado. Por su parte, uno de los repartidores, Pedro Campaña, asegura que «es una satisfacción ver cada día la cara de las hermanas cuando realizo la entrega».

Mercadona refuerza así su responsabilidad social en la provincia de Sevilla, donde el año pasado donó 358 toneladas de productos de primera necesidad a través de diferentes iniciativas. De entre ellas destaca la colaboración con el Banco de Alimentos, a través de la donación de alimentos de primera necesidad y la cesión de espacios en sus supermercados para las recogidas solidarias.

Regina Mundi se suma a los cinco comedores sociales de Sevilla con los que colabora Mercadona: el de Triana, el de la hermandad del Dulce Nombre de Bellavista, el del Pumarejo, el de la orden de San Juan de Dios y el del Resucitado de Utrera.

En Andalucía, la empresa dona alimentos a 38 comedores sociales. A través de diversas iniciativas el montante de alimentos de primera necesidad ascendió a 1.416 toneladas.