Andalucía
«Quiero que el lector pase muy buenos malos ratos»
Ulises Bértolo presenta en Sevilla «Orthodoxia», una novela policíaca con el Camino de Santiago de fondo
El asesinato de un funcionario del Ministerio de Cultura en el monasterio de Uclés (Cuenca), dos pistas –un cuadro y una moneda antigua– halladas en el escenario del crimen, una investigación iniciada por un equipo de la Guardia Civil y un comisionado de Interpol, el Camino de Santiago y un malo malísimo que intenta imponer su credo. Éstos son los ingredientes de «Orthodoxia» (Ediciones Carena), la segunda novela del abogado y profesor de Derecho Ulises Bértolo, un thriller psicológico, con fuertes connotaciones históricas, con el que el autor pretende que el lector «pase muy buenos malos ratos». Sandra Márquez, Thomas Noah y Luis Novo de Azcárate se meten de lleno en una investigación poco convencional, puesto que «se van a enfrentar a sus propios prejuicios», según el autor. «Habitualmente trabajan con pruebas tangibles que ponen a disposición de los jueces, pero en este caso se van a ver involucrados en acontecimientos que pondrán en peligro sus propias vidas».
La historia surge de la propia experiencia profesional de Bértolo. «Trabajo en casos de carácter penal y conozco cómo funcionan los cuerpos de seguridad del Estado». El autor ha construido la personalidad de cada protagonista artesanalmente. Uno de los más complejos es Radic Menz, «un tipo muy malo, del Norte de Europa, que ejerce un poder omnipresente desde su refugio, amparado por las nuevas tecnologías». Menz le ha servido para plantear el tema de la coacción, imponiéndose una autodisciplina que «afecta incluso a sus condiciones físicas». Sin embargo, para que fuera creíble, «este malo tenía que ofrecer al lector un pensamiento que fuera lo suficientemente verosímil. No es una maldad por maldad, se trata de una persona que hace un gran mal pensando que hace un gran bien».
La trama se va desarrollando en diferentes puntos del Camino de Santiago, adquiriendo tanta importancia que «se convierte prácticamente en otro protagonista». Esta ruta milenaria, según el autor, «está llena de claroscuros». «En la historia del camino hay cosas que no están resueltas», asegura, no sin antes advertir el intenso trabajo de investigación y documentación previo, que duró un año y medio. «Encontré varios episodios que no se han esclarecido, como la destrucción del monasterio de Loio, con monjes que prestaban protección a los caballeros de la Orden de Santiago». Precisamente, este colectivo –religioso y militar– es otro de los resortes de la historia. «Desde su constitución, al poco tiempo, nacieron luchas intestinas. La orden también fue objeto de todo tipo de ataques desde el exterior».
Bértolo defiende que la novela policíaca vive un momento de esplendor, «incluso con autores que tradicionalmente no se había dedicado a este género». Un auge que no sólo se experimenta en España, sino en el mercado internacional. Sin embargo, reconoce que no es un género fácil, «aunque lo parezca». «Todos los elementos tienen que estar muy bien equilibrados para que la trama principal, y las que se ponen a su servicio, funcionen». En definitiva, «lo que busca cualquier autor de un thriller es mantener al lector pegado a las páginas hasta el final».
Al autor también le queda tiempo para escribir entre clase y clase, juzgados y tiempo de despacho. Por ello, reconoce que es un escritor «nocturno». «Procuro ser muy disciplinado, así que escribo todos los días por la noche». Ya inmerso en el proceso de creación literaria asegura que «no puedes dejar a los protagonistas porque se pueden convertir muy fácilmente en extraños».
Hoy presenta la novela en la Casa del Libro de Sevilla a las 20:00 horas. La ruta andaluza continuará por Barbate, Málaga y Marbella. Pese a que el Camino de Santiago está físicamente lejos del Sur, Bértolo asegura que «es un fenómeno universal» y que desde Andalucía «llegan a Santiago muchísimos peregrinos todos los años». «Galicia y Andalucía están muy unidas», insiste. Con todo, señala que el camino «forma parte del subconsciente colectivo». «Hay gente de Latinoamérica, incluso asiáticos, que buscan hermanamientos con Santiago. Sienten el camino como algo propio, más allá de la territorialidad física. Es propiedad de todos».
Precisamente, la novela ha suscitado el interés de la Academia Xacobea, cuyo objetivo es la difusión cultural del Camino de Santiago, además de ahondar en la investigación de este fenómeno. A juicio del autor, «la ficción literaria también es un camino para dinamizar la cultura».
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